¿ES REAL EL “COLAPSO DE LAS FUERZAS ARMADAS ARGENTINAS”?

30.11.2012 17:26

 

Desde hace algún tiempo se viene escuchando que las Fuerzas Armadas Argentinas están al borde del colapso. Para quien analiza objetivamente el estado de las mismas tal afirmación suena exagerada. Dejaremos de lado todo tipo de consideraciones políticas partidistas y nos dedicaremos a describir los hechos que sustentan nuestra aseveración. Por cuestiones de discreción no hablaremos de números concretos ni del estado preciso de cada sistema de armas.

 

Es verdad que de momento la Fuerza Aérea Argentina y la Armada Argentina están atravesando serias dificultades materiales. Algunos problemas son transitorios y de resolución relativamente sencilla, otros son más serios. Por dar un ejemplo, los aviones de la familia Mirage de la FAA están llegando al final de su vida útil y no hay un reemplazo concreto a la vista.

 

Es igualmente cierto que en las últimas semanas trascendió que el número de aviones A-4AR y OA-4AR en condiciones operativas, es algo superior a lo que se pensaba. También el número de aviones de transporte y carga en condiciones de vuelo creció últimamente. También debemos mencionar la compra de dos helicópteros Mil Mi-17 y la adquisición de radares militares de desarrollo y construcción nacional.

En el caso de la Armada, las últimas semanas trascendieron noticias sobre que sus tres submarinos tenían problemas. En rigor uno de los tres está completando sus trabajos en el Complejo Industrial Naval Argentino. Eso no es fruto de un problema, es un trabajo de mantenimiento programado al que todo submarino debe ser sometido para prolongar su vida útil. También se menciona entre las “noticias” el retraso en la vuelta al servicio del rompehielos ARA “Almirante Irízar”. Los trabajos de reparación del mismo se encuentran en estado avanzado.

 

Algunas de las dificultades de la Armada tienen su origen en el bloqueo británico de suministros bélicos a la Argentina. Eso es consecuencia de la actual embestida diplomática argentina por la recuperación de los archipiélagos del Atlántico Sur.

 

Es cierto que los buques de la ARA necesitan ser modernizados, hay planes para eso, es de esperar que se vayan concretando. Asimismo la marina de guerra argentina necesita mejorar su capacidad de proyección estratégica. Sin eso pierde parte de su razón de ser. El gobierno hará bien en tomar nota de eso y buscar la forma de empezar a revertir algunas falencias que se arrastran desde hace décadas y que no pueden seguir esperando.

 

En cuanto al Ejército Argentino, parece ser de momento la fuerza que se encuentra en mejor estado. Se compraron equipos para las unidades de Inteligencia y Comunicaciones, material para Ingenieros, se está iniciando el proceso de modernización del TAM (Tanque Argentino Mediano), se están incorporando vehículos blindados para las unidades mecanizadas de infantería y se adquirieron y repararon algunos helicópteros.

 

Hay algunos rubros en que el Ejército debe ser seriamente reforzado. Los grupos de artillería antiaérea necesitan medios más modernos y sería ideal que otras unidades recibieran misiles tierra-aire portátiles (MANPADS). En los tiempos que corren la artillería de tubo por si sola es insuficiente.

 

Hay algo que llama la atención en el exterior y es el número de actividades de entrenamiento que realizan las FFAA argentinas. Es alentador ver cómo se aplica una lección que se aprendió en Malvinas: los adiestramientos conjuntos se volvieron algo habitual y la realización en los últimos dos años del ejercicio UNIDEF es sin duda la muestra más cabal de ello. Preocupa saber que el año que viene el número de hora de navegación y vuelo descenderá. Sería bueno rever eso.

 

Demos un vistazo rápido a la investigación y el desarrollo y la industria para la defensa. El Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) tiene en marcha desarrollos interesantes. En el marco de los proyectos que lleva adelante la Dirección de Proyectos de Ejército, se realizó un estudio de factibilidad para el empleo de SABOT en cohetes PAMPERO a ser disparados en LVC CP 30. El resultado colmó las expectativas.

 

Los lanzadores múltiples de cohetes de artillería CP 30 son un desarrollo del CITEDEF. Próximamente el Grupo de Artillería de Sistemas de Lanzadores Múltiples 601 del EA recibirá cuatro lanzadores VC CP 30, de manos de la Dirección General de Fabricaciones Militares. No es el único proyecto en marcha. Entre muchos otros, se está llevando adelante la recuperación del radar Plessey AWS-2 del rompehielos ARA “Almirante Irízar”, financiado directamente por el Ministerio de Defensa. Estos trabajos en particular, incrementan la capacidad del área de Radares del organismo. 

 

Mencionemos sólo una noticia de FAdeA, la Fabrica Argentina de Aviones “Brig. San Martín” S.A.. Hace apenas unas semanas entregó a la Armada Argentina el primer motor Allison-Rolls Royce T56-A-14 SN totalmente recorrido. Este hecho forma parte de  un plan de acción para mantener los motores de los aviones P-3 Orion, uno de los activos más importantes del Comando de Aviación Naval. Quien sigue de cerca el trabajo que se realiza en FAdeA podrá enumerar muchas noticias más.  


Ante toda la evidencia puesta a disposición del lector, no podemos menos que preguntarnos quién busca hacer creer que las FFAA argentinas están al borde del colapso. Eso es falso. Existen dificultades serias e inocultables, pero pretender que las FFAA van camino a una inminente desintegración es de ignorantes o de gente tendenciosa. Nos preguntamos qué se pretende con semejantes afirmaciones.

 

Podrá disentirse con algunas políticas del actual gobierno, en especial en el plano ideológico. Pero no existe un plan sistemático del actual gobierno de destruir a las FFAA como fuerzas de defensa. No nos atrevemos a decir que no exista un plan por desmoralizar a sus miembros, la pregunta es quién lo está digitando. No es el gobierno nacional.

 

No diremos que todos quienes son críticos del actual estado de las FFAA son parte de un complot. Algunas críticas son justas y bien fundadas. Sí afirmamos que la reconciliación nacional empieza por una lectura serena de la realidad por parte de todos los sectores de la sociedad. Cuando se pierde la objetividad o se está cometiendo un error o se está haciendo guerra psicológica.