LA AMENAZA RUSA Y EL TEATRO BRITÁNICO

26.10.2016 15:54
Cuando la semana pasada un grupo de naves rusas "bajaba" desde el Mar del Norte y navegaba a través del Canal de la Mancha con rumbo al Mediterráneo los británicos montaron en torno a ese hecho un verdadero acto de propaganda, no tanto para el público internacional como para el consumo interno. Se habló de ejercicios aeronavales frente a las costas escocesas pero los mismos fueron llevados a cabo por los rusos más cerca de los países nórdicos que del Reino Unido. Llamativamente Francia - cuyas costas también son bañadas por las aguas del Canal (en rigor un mar), no dio muestras de alarma ni de histeria colectiva. Es más, Gran Bretaña debió presionar fuertemente sobre España para que hace apenas horas, uno de los buques auxiliares que acompaña al portaaviones ruso y a su escolta no se reabasteciera en Ceuta.
 
Cuando los buques rusos se acercaban a las aguas del Canal, como de la nada aparecieron dos corbetas rusas en aguas próximas a Portugal que navegaban con rumbo norte. Según insinuaron los británicos esas corbetas harían su aporte para amedrentar o incluso atacar a los británicos. Llamativamente nunca hubo fotos de esas dos naves y el buque que iba a interceptarlas - un destructor tipo 45 - nunca zarpó o al menos no logramos encontrar prueba de ello. La información no provino de agencias noticiosas sino de fuentes ligadas a la Defensa británica. Más aún, ayer fuentes del Ministerio de defensa del Reino Unido dieron a conocer la "noticia" de que en la semana previa a la presencia de la flota rusa en aguas próximas a Gran Bretaña e Irlanda del Norte aviones de guerra rusos habrían entrado dos veces a "espacio aéreo de interés británico" (término por cierto por demás vago). Ambas incursiones habrían sido nocturnas y - muy convenientemente - no hay fotos del hecho.
 
El portaaviones ruso Admiral Kuznetsov se dirige a través del Mediterráneo a Siria. Eso difícilmente lo convierte en una amenaza para los británicos. ¿Por qué entonces tanta alarma en torno al hecho? Gran Bretaña está construyendo dos grandes portaaviones y todavía no tiene aviones para operar desde ellos, excepto por cuatro F-35B. Los gastos generados para la construcción y mantenimiento de esas dos naves son estrafalarios pero así y todo no tienen punto de comparación con los costos y gastos que generará la construcción y operación de los cuatro submarinos que reemplazaran a la clase Vanguard.
 
Gran Bretaña no está haciendo su gasto militar con vistas a mejorar su defensa sino con vistas a mantener la rentabilidad de su industria de la defensa. Las sumas son obscenas y los productos defectuosos. Es necesario convencer al contribuyente británico de la imperiosa necesidad de realizar ese gasto. El miedo extremo siempre fue un instrumento de la propaganda británica, qué mejor que generarlo agigantando la amenaza rusa.