LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL – CUARTA PARTE: LA INVASIÓN DE POLONIA

21.04.2013 18:56

 

Para la defensa de Polonia el alto mando polaco podía optar por dos estrategias diferentes. Podía defender los 1.800 km de frontera con Alemania, protegiendo así las industrias, comunicaciones y grandes centros de población o podía retirar el grueso de las fuerzas hacia Varsovia y establecer una línea más fácil de defender a lo largo del río Vístula, abandonando una gran parte del país a los alemanes. La primera opción significaba dejar a los ejércitos polacos en una situación delicada, pues podían ser rodeados con facilidad debido a la extensión del frente. Se impuso, sin embargo, el criterio político de defender toda la frontera, para no abandonar un territorio que era industrialmente muy importante. La decisión fue tomada confiando en que ciertas zonas pantanosas y las numerosas marismas dificultaran el movimiento de las unidades acorazadas alemanas. Pero 1939 fue un año muy seco que convirtió a la llanura polaca en un terreno muy propicio para los movimientos de las unidades acorazadas. También se confió en un ataque de los aliados, Gran Bretaña y Francia, pero nuevamente prevalecería la pusilanimidad de éstos.

 

A pesar de la creencia de mucha gente de que la invasión de Polonia fue hecha según las acciones tácticas y las consideraciones estratégicas de la Blitzkrieg (guerra relámpago) y a pesar de que el término Blitzkrieg fue acuñado durante dicha invasión, la realidad fue diferente. Describiremos la guerra relámpago cuando hablemos del la invasión de Francia, ya que la campaña alemana de Polonia de 1939 siguió métodos bastante tradicionales. La estrategia de la Wehrmacht se centró en envolvimientos para crear bolsas. Esto se logró con dos grandes movimientos de tenaza. El primero se lanzó desde el NE de Alemania en el norte y desde Silesia en el sur. Las fuerzas convergieron cerca de Varsovia el 8 de septiembre, apenas una semana y un día después de iniciado el ataque. El segundo movimiento de tenaza - al este del primero - se lanzó desde Prusia Oriental en el norte, y desde Eslovaquia en el sur y se cerró profundamente hacia el oriente, sobre Brest-Litovsk, el 17 de septiembre. Ese día los soviéticos lanzaron su propio ataque, previsto en el pacto germano-soviético.