LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DÉCIMA PARTE: LA BATALLA DE INGLATERRA (continuación II)

15.05.2013 16:49

 

Durante la Batalla de Inglaterra, Göring cometió varios errores. Si bien los alemanes contaban con una importante superioridad numérica, no supieron aprovecharla. Restaron importancia a la red de radares (llamada Home Chain) que los británicos habían instalado a lo largo de la costa sur y sureste del país. La misma fue atacada sin convicción y por ende no fue inutilizada. Göring subestimó la importancia del invento, a pesar de que los alemanes tenían sus propios radares. Fue precisamente la Home Chain la que permitió a los británicos optimizar el uso de sus cazas, ya que lograba anticipar la llegada de las oleadas de aviones alemanes. Los cazas británicos las esperaban y la artillería antiaérea estaba preparada.

 

En lo más intenso de la Batalla de Inglaterra, algunos pilotos de la RAF habrían llegado a hacer siete salidas de combate sin descanso entre ellas. Mientras la batalla proseguía, los pilotos de ambos bandos comenzaban acusar el cansancio de la misma. De todos modos la superioridad numérica alemana debería haber volcado ese hecho a favor de la Luftwaffe. De hecho la RAF estaba a punto de colapsar. Göring quiso presionar aún más, recurriendo al ataque nocturno. Esto tuvo consecuencias inesperadas. En la noche del 24 de agosto de 1940 una escuadrilla de bombarderos alemanes se perdió y bombardeó el centro financiero de Londres. Como represalia y a pesar de que los alemanes dijeron que se había tratado de un error, a la noche siguiente bombarderos británicos atacaron Berlín.

 

Entonces fue Hitler quien exigió represalias. Eso fue otro error grave. Se detuvo los ataques contra los aeródromos de la RAF, justo cuando ésta se encontraba debilitada al extremo. Eso le dio a la Real Fuerza Aérea británica el tiempo necesario para comenzar a recuperarse. Los ataques de represalia alemanes tuvieron lugar tanto de día como de noche. Aun así no se obtuvieron los resultados esperados. Ahora Hitler decidió un nuevo cambio de táctica y ordenó el bombardeo nocturno de ciudades inglesas. El blanco principal fue Londres. Tampoco eso quebró a los británicos.  

 

Fue entonces cuando Hitler decidió olvidarse de los ingleses y concretar sus planes de adueñarse de Europa Oriental. Fue un grave error. Dejaba a sus espaldas a un enemigo que se recuperaría y volvería a atacar. Lo haría con la ayuda de los EEUU. Hoy en día han sido reunidos los suficientes indicios como para poder especular que Hitler fue inducido a cometer ese error. Al parecer, eso fue obra de los servicios de inteligencia británicos.