LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DECIMOCTAVA PARTE: LA OFENSIVA ALEMANA HACIA EL VOLGA Y EN EL CÁUCASO (continuación)

04.09.2013 16:00

 

El 28 de junio de 1942 comenzó la ofensiva, con la participación de diez ejércitos, de los cuales dos eran rumanos, un húngaro y otro italiano. Inicialmente el avance alemán fue rápido lo que indujo a Hitler a cometer el error de creer que los soviéticos serían incapaces de reaccionar. Fue así que ordenó al 4º Ejército Panzer, que acompañaba a las fuerzas de Paulus, separarse de dichas fuerzas y reforzar el avance sobre el Cáucaso. Fue un error grave.

 

Debilitado por habérsele retirado el 4º Panzer, Paulus no pudo llegar a tiempo a Stalingrado, dando al Ejército Rojo la oportunidad de reforzar la ciudad y fortificarla magníficamente. El 23 de julio Hitler dio la orden de no sólo destruir Stalingrado sino de tomar la ciudad. Obviamente no lo hizo movido por motivos humanitarios, por lo que desde el punto de vista meramente militar, esa orden debe considerarse un grave error. Además ordenó retirar de Crimea siete divisiones. Cinco deberían reforzar el sitio de Leningrado y dos desplazarse a Francia, para el caso de una eventual invasión aliada.

 

El Jefe del Estado Mayor del Alto Mando del Ejército Alemán, Franz Halder, logró convencer a Hitler de que recapacitara, aunque éste lo hizo sólo en parte: el 4º Ejército Panzer se dirigiría a nuevamente hacia Stalingrado. Las fuerzas de Paulus llegarían a esa ciudad demasiado debilitadas.

 

Entre tanto en el Cáucaso los alemanes no habían encontrado ninguna resistencia importante, por lo que lograron avanzar casi 600 kilómetros. Obviamente eso dio lugar a serios problemas logísticos. Para el colmo las instalaciones petroleras que pudieron ser tomadas habían sido destruidas por los soviéticos. Careciendo casi totalmente de reservas y suministros las fuerzas debieron detenerse lejos de sus objetivos.