LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DECIMOCUARTA PARTE: LA INVASIÓN ALEMANA DE LA UNIÓN SOVIÉTICA (continuación III)

16.06.2013 18:43

 

Queda otra cuestión interesante por tratar. Algunos historiadores afirman que la invasión alemana de Yugoslavia y Grecia retrasó el ataque a la Unión Soviética. También afirman que el envío de tropas a Libia, Yugoslavia y Grecia redujo significativamente el número de divisiones que iniciaron la ofensiva en Europa oriental.

 

Son varios los hechos que permiten afirmar que las acciones en los Balcanes tuvieron poca influencia sobre el ataque en el frente oriental. Las primeras pruebas vienen de los testimonios del propio entorno militar de Hitler y de quienes ejercían diferentes tareas de inteligencia contra los alemanes. Hay afirmaciones contundentes en el sentido de que la directiva de posponer el ataque fue dada a causa de las condiciones meteorológicas, que hacían intransitable el terreno que se extendía a lo largo de la frontera soviética. De hecho los alemanes iniciaron el ataque el 22 de junio. En su momento Napoleón lo había iniciado el 24 de junio.

 

La campaña germana en Yugoslavia y Grecia fue la más rápida y contundente de las que habían llevado a cabo los alemanes hasta ese momento. Fue hecha con la colaboración de fuerzas de algunos países firmantes del Pacto Tripartito y hasta de los croatas. Cuando en Grecia todavía tenían lugar algunos combates, las tropas que habían tomado parte en la ocupación de Yugoslavia y que no eran consideradas necesarias en Grecia, ya habían iniciado el regreso a Rumania y Polonia, desde donde atacarían a la URSS. Las tropas que quedarían en los territorios yugoslavos y helenos ocupados eran escasas y pertenecían a unidades de segunda categoría. Las tropas y los materiales enviados a Libia también eran escasos.

 

La situación en los Balcanes hubiera complicado a los alemanes si Yugoslavia hubiera permanecido en su postura aparentemente neutral, tal como era el deseo del Príncipe Regente Pablo. Éste quería que se rompiera con esa postura fingidamente amistosa una vez que los ejércitos germanos estuvieran enfrentando problemas más serios. Así su país se hubiera salvado de la ocupación por parte de las tropas del Eje y hubiera reservado sus fuerzas para un momento más propicio. Un grupo de aventureros en busca de fama - alentado por los británicos - depuso al regente, llevando a Yugoslavia a una guerra prematura.