LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DECIMOQUINTA PARTE: EL EXPANISONISMO JAPONÉS Y EL ATAQUE A PEARL HARBOR (continuación IV)

09.07.2013 13:53

 

Cuando Japón comenzó a dar a las primeras señales concretas de sus intenciones expansionistas, los estrategas británicos comprendieron que era imposible defender a Hong Kong y sugirieron la retirada de la mayor parte de las tropas británicas. El Mariscal del Aire Robert Brooke-Popham se opuso a ello, argumentando que una guarnición británica en Hong Kong demoraría la ofensiva japonesa, dando tiempo a fortalecer otras colonias asiáticas. Esa decisión no afectó mayormente el curso de los acontecimientos.

 

Los japoneses atacaron Hong Kong el 8 de diciembre, fecha local, aunque aún era el día 7 en Pearl Harbor. La defensa fue tenaz pero el día 25 el gobernador Mark Atchinson se dirigió al cuartel japonés y se rindió.

 

En cuanto a Tailandia, la misma se denominó Siam hasta junio de 1939. Para invadir Malasia y Birmania los japoneses necesitaban usar los puertos, bases aéreas y ferrocarriles de Tailandia. En 1940 el dictador gobernante, Plaek Pibulsongram, había asegurado a los japoneses, en secreto, que en caso de que los mismos entraran en guerra contra los colonialistas europeos, él les daría su apoyo. Sin embargo, a fines de 1941 no existía ningún acuerdo concreto que permitiera el paso de tropas japonesas a través de ese país asiático, de modo que entre el 7 y el 8 de diciembre fue invadido.

 

Inicialmente la resistencia fue intensa, aunque fue ofrecida por tropas poco armadas y fuerzas policiales. Los combates iban cesando a medida que llegaban las órdenes del gobierno en tal sentido. Plaek Pibulsongram firmó un armisticio. Las esperanzas de Churchill de forjar una alianza con Tailandia se desvanecieron. El dictador tailandés concedió el permiso para que Japón utilizara a su país como base de operaciones para invadir Malasia. Pocas horas después de que el armisticio entrara en vigor, escuadrones de aviones japoneses arribaron al aeródromo de Songkla, lo que les permitió llevar a cabo ataques aéreos contra bases estratégicas en Malasia y Singapur desde una distancia corta.