LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DECIMOTERCERA PARTE: LA INVASIÓN ALEMANA DE YUGOSLAVIA Y GRECIA (continuación II)

03.06.2013 15:49

 

El Reino de Yugoslavia, que sucedió al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos formado tras la Primera Guerra Mundial, fue un Estado balcánico que existió desde el 3 de octubre de 1929 al 2 de diciembre de 1945. Comprendía a las provincias de Eslovenia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia, Croacia y Eslavonia. Su organización territorial no tomaba en cuenta factores tales como la lengua, la cultura, la religión y la personalidad histórica de sus poblaciones. Esto tendría consecuencias muy importantes durante la invasión alemana de Yugoslavia.

 

Ya dijimos que para los germanos era importantísimo contar con la línea ferroviaria Belgrado-Tesalónica. A pesar de eso, Hitler estaba dispuesto a no solicitar a Belgrado el derecho de tránsito para suministros y tropas, si de ese modo lograba la adhesión del mismo al Pacto del Eje. Incluso prometió al gobierno yugoslavo la entrega de Tesalónica, con lo que toda Macedonia quedaría bajo dominio de Yugoslavia, a la vez que ésta tendría una estratégica salida al mar Egeo.

 

El Príncipe Regente Pablo era anglófilo, pero dada la difícil situación, prefirió intentar que su país no entrara en guerra en una etapa temprana de la misma, preservando a sus fuerzas armadas para un momento más oportuno. Por otra parte, los británicos mostraron su incapacidad para establecer un contingente militar importante en la región. Fue así que, el 25 de marzo de 1941, Yugoslavia adhirió al Pacto Tripartito o Pacto del Eje.

 

No es el objetivo de este trabajo analizar los pormenores de lo que sucedió en los días siguientes. Lo cierto es que con su proceder, la diplomacia y la propaganda británicas alentaron a que, en la noche del 26 al 27 de marzo, un militar aventurero, el General Dusan Simovic, concretara un golpe de estado. Algunos afirman que para entonces los británicos ya habían cambiado de idea, pero el regente y el gobierno de Belgrado debieron dejar el poder. Para Yugoslavia el golpe fue el inicio de la catástrofe. Al mediodía del 27 de marzo Hitler daba la orden de destruir el país como poder militar y como estado soberano.