LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - UNDÉCIMA PARTE: LA TARDÍA INTERVENCIÓN ALEMANA EN EL NORTE DE ÁFRICA

21.05.2013 16:20

 

Una vez que quedó claro que Alemania no invadiría a Gran Bretaña y a medida que avanzaba la construcción de la Muralla del Atlántico, los analistas de la época comenzaron a preguntarse qué sucedería después. Alemania se había apoderado de casi toda Europa Occidental. Gran Bretaña no sería invadida. El nazismo hablaba de una profunda reorganización de Europa, lo que en la práctica significaba que España, Suecia y los Balcanes debían quedar de una u otra forma bajo el control alemán.

 

España y Suecia no constituían un peligro para los intereses alemanes. Las vías de comunicación hacia ellas, a través de ellas y desde ellas hacia el interior europeo eran demasiado extensas. Desde el punto de vista político tampoco representaban mayor peligro. Quedaba por resolver el tema de los Balcanes. Sus pueblos eran considerados menos inclinados a dejarse atrapar en el entramado de la Europa hitleriana y a padecer los rigores del nazismo. Además su posición geoestratégica era propicia para una incursión al continente europeo a través del Mar Mediterráneo.

 

Había un factor adicional. La mayor parte de las comunicaciones entre Gran Bretaña y sus colonias se daban a través del Mediterráneo.

 

Con la entrada en guerra de Italia como potencia del Eje, el 10 de junio de 1940 el mapa geoestratégico del mundo tomó una forma aún más propicia para los alemanes. Italia tenía una fuerte presencia en el norte de África. Desde sus colonias se podía expandir hacia todo el norte de ese continente para tomar el control del Mediterráneo. Bastaba con controlar el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez. Si se lograba controlar el Bósforo, mejor aún. No debería ser una misión imposible para las fuerzas armadas italianas, menos aún si aceptaban la ayuda alemana. Algunos analistas militares de esa época consideraban esas acciones como el siguiente paso lógico para la expansión alemana. De ese modo el Mediterráneo quedaría asegurado y con él una de las principales vías de entrada a Europa.