LLUEVEN ALERTAS SOBRE EL ESTADO DE LA DEFENSA BRITÁNICA

22.01.2018 09:24
 
El estado de la Defensa británica se complica día a día. El portaaviones HMS Queen Elizabeth se prepara para lograr cierto grado de operatividad inicial pero muchos advierten sobre los riesgos que eso conlleva. Tanto el programa de los nuevos portaaviones de la Royal Navy (RN) como el de adquisición de los F-35 exceden lo inicialmente presupuestado, con los aviones constituyendo un problema adicional tras la caída de la libra frente al dolar después del Brexit británico.
 
La nueva clase de SSBN Dreadnought, la terminación de la retrasadísima Clase Astute que también excedió ampliamente el presupuesto inicial por no hablar del cronograma, la reparación de los destructoress Type 45, la construcción de las fragatas Type 26 y el programa de las fragatas Type 31, la programada adquisición de los P-8 Poseidon, etc., señalan un planificación terrible, si es que hubo alguna planficación seria. Ya se alzan las primeras voces alertando lo que venimos diciendo hace rato: que el Queen Elizabeth no cuenta con una escolta que pueda garantizar su despliegue en un conflicto mayor.
 
En ese contexto los números de las finanzas de la Defensa no cierran y el gobierno de Theresa May prepara nuevos recortes de personal y armamento: está considerando retrasar una modernización de tanques y vehículos blindados y reducir el número de los nuevos tanques ligeros Ajax (ya el sólo hecho de que se los denomine "tanques" es significativo). Londres considera fusionar unidades de los Royal Marines con tropas paracaidistas, reducir el número de marineros (que ya de por sí no alcanzan para tripular todos los buques de la Royal navy) y desprenderse de más naves "viejas", que son las pocas que demostraron valor operativo real. 
 
En el 2015 el Ministerio de Defensa dijo que recortaría su personal civil de 56,860 a 41,000 empleados para el 2020, pero por ahora esa cifra cayó sólo en 170 personas. Mientras tanto corren rumores de drásticas reducciones en el número de efectivos del British Army (Ejército Británico).
 
El panorama mundial es complejo: con las amenazas de Corea del Norte y el crecimiento militar chino, la región de Asia-Pacífico se convirtió en un hervidero y la Marina Real tiene dos fragatas tipo 23 comprometidas en mantener la presencia militar en la región. La RN también está comprometida en mantener su presencia en el Golfo Pérsico, principalmente con cazaminas, aunque en teoría también mantiene ahí un submarino de ataque en forma permanente.
 
Finalmente está la cuestión rusa y el resurgimiento del imperialismo de histórico de ese país. Los rusos están creando una fuerza expedicionaria poderosa y agresiva, están haciendo grandes avances en materia de guerra electrónica y en el campo de la ciberguerra, en cuestión de misiles de todo tipo y hasta en el campo de la robotización. Esa sea probablemente la mayor preocupación real de los británicos en general. El gobierno de Londres es acusado por muchos ciudadanos del Reino Unido de estar al servicio de los intereses que digitan la política estadounidense desde las sombras y no al servicio del pueblo británico.  
 
En este contexto se espera que hoy el Jefe del Estado Mayor General del Ejército Británico, el General Nick Carter, pida fondos de manera pública para poner al British Army en capacidad de hacer frente a la amenza rusa. Pedir puede pedirlos, el problema es que no hay de dónde sacarlos.