TEHERÁN PONE EN JAQUE A WASHINGTON - TEHRAN PUTS WASHINGTON IN A PREDICAMENT (English version available)

02.02.2024 21:01
 
Después de casi seis días de haber prometido represalias contra los proxys de Irán que atacaron bases estadounidenses en el Medio Oriente, finalmente los Estados Unidos empezaron hoy con esos ataques retaliativos. Probablemente sean acciones limitadas en cuanto al número de objetivos, que no alcancen ningún blanco de valor estratégico sino preponderantemente simbólico. Los objetivos terroristas son esquivos por naturaleza. Los Estados Unidos pusieron en acción bombarderos estratégicos B-1B y tienen naves armadas con misiles Tomahawk y aeronaves basadas en portaaviones. Todo eso es insuficiente para el conflicto que está en desarrollo. No olvidemos que los rebeldes hutíes distan de haber sido neutralizados, habrá que ver cuál será su reacción frente a los ataques norteamericanos. Ninguno de estos bombardeos logrará realmente neutralizar la cabeza de ese pulpo que es Irán. Un ataque directo contra ese país, queremos creer, es impensable. Se logre lo que se logre será de importancia primordialmente simbólica y propagandística. Es posible que Benjamín Netanyahu tenga algo que ver con estos ataques. 
 
Una víctima colateral del conflicto en Medio Oriente es Ucrania que - cada vez más escasa de apoyo de Washington - ve como lenta pero inexorablemente las fuerzas rusas avanzan sobre su territorio en toda la línea del frente, particularmente en la región de Kharkiv, que servirá para generar una zona de seguridad entre el territorio ucraniano y el territorio propiamente ruso. Con crecientes conflictos internos entre Zelensky y los mandos de sus fuerzas armadas, la estabilidad política del presidente ucraniano es mínima. Sin el apoyo de los Estados Unidos las probabilidades de éxito militar son cada vez menores, por no decir que se han esfumado completamente. Probablemente los rusos sólo estén esperando a que alguien esté dispuesto a sentarse a la mesa de negociaciones.
 
Fuego en el freno de un B1B durante un aterrizaje duro

 

Paradójicamente ya no es ninguno de estos conflictos el que más llama la atención del público estadounidense, sino su propia vulnerabilidad en la frontera sur que empieza a ser percibida como un lugar de gran inseguridad para la soberanía de los Estados Unidos. No lo ve así el gobierno de Joe Biden, que genera aún más conflictos con el gobernador de Texas, quien cuenta con el apoyo de todos los Estados que están en manos de los republicanos. A muchos ciudadanos les cuesta entender que sean más importantes las fronteras de los países aliados que las propias. Esto, lejos de fortalecer a Biden frente a las próximas elecciones, debilita aún más su imagen que cae día a día. Tras un muy probable cambio de gobierno le llevará años, si no algunas décadas, a los Estados Unidos recobrar su posición de liderazgo en Occidente y en el mundo en general.

 

TEHRAN PUTS WASHINGTON IN AN PREDICAMENT

 

After almost six days of having promised reprisals against Iran's proxies that attacked American bases in the Middle East, the United States finally started with those retaliatory attacks today. These are limited actions in terms of the number of objectives. They don't reach any target of strategic value but predominantly symbolic ones. Terrorist targets are elusive by nature. The United States put into action B-1B strategic bombers and has ships armed with Tomahawk missiles and carrier-based aircraft. All that is insufficient for the conflict that is unfolding. Let's not forget that the Houthi rebels are far from being neutralized, we will have to see what their reaction will be in the face of the American attacks. None of these bombings will really manage to neutralize the head of that octopus that is Iran. A direct attack on that country, we believe, is unthinkable. Whatever is achieved will be of primarily symbolic and propagandistic importance. It is possible that Benjamin Netanyahu had something to do with these attacks. 

 

A collateral victim of the conflict in the Middle East is Ukraine, which - increasingly lacking support from Washington - sees how slowly but inexorably Russian forces are advancing on its territory along the entire front line, particularly in the Kharkiv region, which will serve to generate a security zone between Ukrainian territory and properly Russian territory. With growing internal conflicts between Zelensky and the commanders of his armed forces, the Ukrainian president's political stability is minimal. Without the support of the United States, the chances of military success are becoming less and less, as a matter of fact, they have almost completely disappeared. The Russians are probably just waiting for someone to be willing to sit down at the negotiating table. 

 

Paradoxically, none of these conflicts attracts the attention of the American public any more. They are now aware of their own vulnerability on the southern border that is beginning to be perceived as a place of great insecurity for the sovereignty of the United States. This is not how the government of Joe Biden sees it. The White House is generatinf even more conflict with the governor of Texas, who has the support of all the Republican States. Many citizens find it difficult to understand that the borders of the allied countries are more important than their own. This, far from strengthening Biden in the face of the upcoming elections, further weakens his image that is falling day by day. After a very likely change of government, it will take years, if not a few decades, for the United States to regain its leadership position in the West and in the world in general.

 
Después de casi seis días de haber prometido represalias contra los proxys de Irán que atacaron bases estadounidenses en el Medio Oriente, finalmente los Estados Unidos empezaron hoy con esos ataques retaliativos. Probablemente sean acciones limitadas en cuento al número de objetivos, que no alcancen ningún blanco de valor estratégico sino preponderantemente simbólico. Los objetivos terroristas son esquivos por naturaleza. Los Estados Unidos pusieron en acción bombarderos estratégicos B-1B y tienen naves armadas con misiles Tomahawk y aeronaves basadas en portaaviones. Todo eso es insuficiente para el conflicto que está en desarrollo. No olvidemos que los rebeldes hutíes distan de haber sido neutralizados, habrá que ver cuál será su reacción frente a los ataques norteamericanos. Ninguno de estos bombardeos logrará realmente neutralizar la cabeza de ese pulpo que es Irán. Un ataque directo a Irán, creemos creer, es impensable. Se logre lo que se logre será de importancia primordialmente simbólica y propagandística. Probablemente Benjamín Netanyahu tenga algo que ver con estos ataques. 
 
Una víctima colateral del conflicto en Medio Oriente es Ucrania que - cada vez más escasa de apoyo de Washington - ve como lenta pero inexorablemente las fuerzas rusas avanzan sobre su territorio en toda la línea del frente, particularmente sobre la región de Kharkiv, que servirá para generar una zona de seguridad entre el territorio ucraniano y el territorio propiamente ruso. Con crecientes conflictos internos entre Zelensky y los mandos de sus fuerzas armadas, la estabilidad política del presidente ucraniano es mínima. Sin el apoyo de los Estados Unidos las probabilidades de éxito militar son cada vez menores, por no decir que se han esfumado completamente. Probablemente los rusos sólo estén esperando a que alguien esté dispuesto a sentarse a la mesa de negociaciones. 
 
Paradójicamente ya no es ninguno de estos conflictos el que más llama la atención del público estadounidense, sino su propia vulnerabilidad en la frontera sur que empieza a ser percibida como un lugar de gran inseguridad para la soberanía de los Estados Unidos. No lo ve así el gobierno de Joe Biden, que genera aún más conflictos con el gobernador de Texas, quien cuenta con el apoyo de todos los Estados que están en manos de los republicanos. A muchos ciudadanos les cuesta entender que sean más importantes las fronteras de los países aliados que las propias. Esto, lejos de fortalecer a Biden frente a las próximas elecciones, debilita aún más su imagen que cae día a día. Tras un muy probable cambio de gobierno le llevará años, si no algunas décadas, a los Estados Unidos recobrar su posición de liderazgo en Occidente y en el mundo en general.