¿LOS BRITÁNICOS TIENEN UN PLAN GEOESTRATÉGICO CLARO?

11.12.2012 19:06

 

Gran Bretaña fue, hasta no hace demasiado tiempo, un imperio. Todavía quedan resabios del mismo. El archipiélago malvinense y otros de soberanía argentina en poder de los británicos son una muestra clara de ello. Su deseo de seguir teniendo una fuerte influencia internacional queda patente con intervenciones como las de Afganistán, Irak y Libia, entre otras. Lo que queremos analizar en este artículo es si el poder militar británico es capaz de acompañar el afán inglés de seguir siendo uno de los países protagonistas en el escenario internacional.

 

Si Gran Bretaña simplemente quisiera asegurar su existencia como nación insular, no necesitaría tener una flota como la que planea tener. Hasta podría entenderse que esté construyendo dos grandes portaaviones y una nueva clase de submarinos de ataque nucleares. Pero los ingleses están pensando en un sucesor para sus submarinos portadores de misiles balísticos (SSBN) de la clase Vaguard. Eso implica que quieren conservar la capacidad de hacer desaparecer del mapa una ciudad del tamaño de Moscú. Se podrá decir que esa es la intención de parte del actual gobierno, ni siquiera de toda la coalición gobernante. Pero la verdad es que nadie generó un escándalo por el dinero que ya se desembolsó para el comienzo del desarrollo de los nuevos SSBN. Los que más protestaron fueron los escoceses.

 

Ahora bien, dos portaaviones, tres o cuatro SSBN y siete submarinos de ataque pueden parecer una fuerza interesante. Sin embargo no lo son. El primer portaaviones tendrá que empezar su vida operativa con una docena de F-35B, lo admiten desde los propios círculos de la defensa británica. El costo de acrecentar ese número será muy grande y las dificultades con el programa Joint Strike Fighter continúan. Y recordemos que instalar catapultas electromagnéticas les pareció caro. También recordemos que los F-35 deberán reemplazar a los Tornado de la RAF.

 

Los submarinos de ataque tienen más sentido. Permiten asegurar la navegabilidad de las rutas marítimas internacionales. Claro que no se puede combatir la piratería desde un SSN, o al menos sería una forma muy cara de hacerlo. Sea como fuere, la clase Astute viene retrasada, los submarinistas son escasos y están siendo exigidos en exceso.

 

Los SSBN son lo más absurdo de lo que parece ser el “plan estratégico británico”. El monto total que los contribuyentes británicos deberán pagar por el diseño de los nuevos SSBN, será de 3.000 millones de libras, y el costo total de diseñar, construir y operar las naves a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras, es decir a unos 161.020.000.000 de dólares. Eso en medio de un país en recesión que está reduciendo el número de efectivos de sus tres fuerzas armadas y que acaba de anunciar que su gasto de defensa sufrirá nuevos recortes en los próximos dos años como parte de nuevas medidas de austeridad anunciadas el pasado 5 de diciembre.

 

Pero la recesión no lo es todo. Hay un aspecto de la flota británica que no pasa desapercibido y del que ya hablamos mucho. Los buques de escolta son escasos y algunos de ellos tienen problemas que aún no han sido resueltos. No se puede llamar poderosa a una flota mal equilibrada.

 

Pero no sólo la flota está mal equilibrada, lo están las fuerzas armadas en general. El Ejército Británico fue reducido a un cifra histórica por lo baja, los miembros del Ejército Territorial - la reserva - podrían tener problemas en las empresas en las que trabajan y en caso de conflictos se apelará a contratistas y al apoyo de otras naciones. Si es que éstas estarán dispuestas a ofrecerlo. Contarían con él en un conflicto que involucrara a la OTAN, eso no es tan claro en caso de un (por ahora) poco probable conflicto bélico por Malvinas, por dar un ejemplo.

 

De todos modos la guerra está cambiando y en principio lo seguirá haciendo. Las fuerzas de operaciones especiales y la guerra cibernética ocuparán un lugar más importante. En materia de seguridad informática Gran Bretaña hizo algunos progresos, pero por ahora son insuficientes.

 

Finalmente no podemos dejar de mencionar los conflictos internos. Escocia podría independizarse. Eso sería una complicación muy grande en diversos aspectos. Al menos los SSBN podrían quedarse sin bases apropiadas.

 

Por lo que se planteó, es difícil afirmar que Gran Bretaña tenga un plan geoestratégico claro. En poco tiempo podría quedarse sin alerta temprana y control aerotransportado por el retiro de los helicópteros Sea King. De hecho esto podría pasar justo cuando sus portaaviones estén entrando en servicio. Vaya planificación.