AVANCE RUSO EN SOLEDAR Y BAKHMUT

10.01.2023 11:27
 
Las fuerzas rusas hacen importantes avances en Soledar, a diez kilómetros al norte de Bakhmut. El propio Ministerio de Defensa británico lo informó así. La caída de Soledar sería inminente en tanto que la zona de Bakhmut podría demandar alguna semana más para pasar a manos de las fuerzas del Kremlin. Recordemos que la última localidad mencionada es muy importante desde el punto de vista de las comunicaciones terrestres y como uno de los puntos más fortificados de la última línea defensiva ucraniana construida entre el 2014 y el inicio de la Operación Militar Especial de Moscú. Con la caída de Soledar, Bakhmut quedaría rodeada casi por completo. El constante envío de refuerzos ucranianos mal entrenados y pobremente equipados convirtió el lugar en una "picadora de carne", como se denomina a la localidad por estos días. De ahí las fuerzas de Putin tendrían el camino abierto hacia Kramatorsk y Slaviansk. Kramatorsk ya estuvo bajo fuego ruso en un par de oportunidades en las últimas semanas.
 
Mientras los ucranianos combaten, Occidente discute si es prudente mandar tanques a Kiev o no. La OTAN sabe que se cruzaría una de las líneas rojas más gruesas establecidas por Putin. Nadie quiere ser el primero en enviarlos. Los polacos mandarían 10 de sus Leopard 2 (tiene casi 250) siempre y cuando otros tomaran la misma decisión. Los finlandeses aseguran algo similar. Alemania soporta la presión estadounidense para hacerlo. Lo que envió la Francia de Macron a duras penas merece el nombre de "tanque ligero". Los ingleses también consideran poner a disposición de Zelensky sus Challenger 2 pero para dentro de seis meses. Los británicos todavía están buscándolos, tienen muy pocos en condiciones reales de combatir. Para cuando algo llegue, será poco y demasiado tarde. Putin acelera el avance hacia el oeste. Los sistemas de artillería de lanzamientos múltiples (lanzacohetes múltiples, por decirlo de una forma más entendible para todos) y los helicópteros de ataque Ka-52 no paran de escupir fuego contra las posiciones ucranianas. Los misiles (que no se acabaron), también siguen destruyendo depósitos de municiones e instalaciones y fábricas militares. Para cuando los europeos despierten, Polonia podría ya no ser parte del mapa. Para ser sinceros, eso pondría contenta a mucha gente en Bruselas y en Washington.
 
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