BIDEN ES AMIGO DE LOS ENEMIGOS DE LOS ESTADOS UNIDOS

23.09.2021 08:54
 
Cuando parecía que ya nada podía empeorar en materia de la censura a Biden frente a la prensa por parte de sus funcionarios, apareció Boris Johnson. Ambos mandatarios tuvieron una entrevista, tras la cual los reporteros fueron autorizados a tomarles unas fotografías. Johnson miró a Biden y sus funcionarios y preguntó si estaba bien que respondiera a "sólo un par de preguntas" de los periodistas británicos. A los asesores de prensa del presidente estadounidense no les quedó otra opción que asentir. Cuando los periodistas norteamericanos quisieron hacer lo propio con su primer mandatario, fueron echados de la sala. Los colaboradores de Biden ya no sólo le apagan el micrófono o cortan las transmisiones en vivo, ahora también se aseguran de que no conteste preguntas en cualquier entrevista en la que éste no pueda leer de un teleprompter. La prensa local adicta puede hacer la vista gorda pero los medios internacionales y los pocos medios opositores hicieron sonar la alarma. El estado cognitivo del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica es tan pobre que no puede ni responder un par de preguntas improvisadas. Hay una creciente sensación de que las decisiones de Estado son tomadas por un presidente políticamente perverso y mentalmente inepto.
 
Que la inmigración ilegal tenga un ritmo alarmante y creciente no es un desliz de la Casa Blanca sino parte de su política, acaba de quedar muy claro. Apareció un video del año 2015 en el que Biden habla de su plan de abrir la frontera. El contenido del mensaje es claramente marxista, eso ya no sorprende. También es marxista el "Escuadrón", un grupo de legisladoras progresistas que obligó a retirar los fondos para proveer a Israel de los misiles necesarios para reabastecer la Cúpula de Hierro, el sistema que protege a los israelitas de los ataques con cohetes. La relación entre los estadounidenses y su aliado histórico en el Medio Oriente ya estaba deteriorada por la intención de Biden de revivir el acuerdo nuclear con Irán. Biden habla de paz pero propicia un conflicto de dimensiones impredecibles.
 
Francia también están irritada con los norteamericanos. Los EEUU firmaron un acuerdo de defensa con Australia y el Reino Unido que busca generar estabilidad en el Indopacífico. El problema es que los australianos estaban bien avanzados en un proyecto de desarrollo y construcción de submarinos con apoyo de los franceses. Ahora París se siente traicionado al punto que convocó a su embajador en Washington. El embajador ya está de regreso en la capital estadounidense pero el resentimiento quedó, Francia siente que se le robó un proyecto de decenas de miles de millones de dólares. Lo curioso es que los británicos tampoco están contentos. Biden anunció un acuerdo con la Unión Europea inmediatamente después de la vergonzosa "conferencia de prensa" con Boris Johnson. Ese acuerdo deja afuera a los británicos. Como si fuera poco, la censura de Biden por parte de sus propios asesores lo convirtió en el hazmerreír de la prensa y los políticos londinenses.
 
En su reciente discurso ante la ONU, Biden no se atrevió a mencionar a China entre sus enemigos. Hay quienes postulan un explicación preocupante para la omisión. La esposa del Enviado Ecológico del presidente, John Kerry, tendría inversiones en China. Hasta la propia familia Biden estaría recibiendo dinero de los asiáticos. Quien haya leído nuestro artículo de ayer sobre el Vaticano, comprenderá hasta dónde llega el poder del Gigante Asiático. El plan es claro, hay que destruir a los dos grande enemigos del comunismo: los Estados Unidos de Norteamérica y la Iglesia Católica. Sugestivamente, el Papa Francisco es amigo de los enemigos de la Iglesia.
 
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