BOMBARDERO ESTRATÉGICO FURTIVO B-21 RAIDER

01.03.2019 14:35
 
El Northrop Grumman B-21 Raider es un bombardero estratégico furtivo que está siendo  desarrollado por la empresa Northrop Grumman Corporation por encargo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos de Norteamérica (DoD). Como parte del programa Bombardero de Ataque de Largo Alcance (Long Range Strike Bomber (LRS-B)), debe convertirse en un bombardero estratégico furtivo de largo alcance para la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), capaz de lanzar armas convencionales y/o termonucleares.
 
Está previsto que los B-21 reemplacen a los B-1 Lancer, a los B-2 Spirit y en con posterioridad posiblemente también a los B-52 Stratofortress en servicio en la USAF. El desarrollo del B-21 fue exceptuado de muchos de los procedimientos burocráticos por los que deben pasar otros programas como, por ejemplo, el del F-35. El programa es administrado por la Oficina de Capacidades Rápidas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, una entidad separada del aparato de adquisición más grande de la Fuerza Aérea que puede usar autoridades especiales para desarrollar y proveer nuevas tecnologías más rápidamente.
 
En julio del 2014 se emitió una solicitud de propuestas para desarrollar el avión. En octubre de 2015 el DoD anunció su intención de conceder un contrato para la construcción de los nuevos bombarderos a Northrop Grumman Corporation. El Departamento de Defensa de los EE. UU. propone comprar al menos cien de estos aparatos aunque el número final podría ser bastante superior al mencionado. Los B-21 también podrán ser empleados para recabar inteligencia, servirán como gestores de batalla e incluso se los menciona como eventuales interceptores.
 
Según Northrop Grumman "el B-21 Raider será capaz de penetrar las defensas más duras para brindar ataques de precisión en cualquier parte del mundo" y será capaz de ofrecer "una combinación única de alcance, carga útil y capacidad de supervivencia." Según las autoridades de Defensa estadounidenses, el B-21 "apoyará la estrategia de defensa de los Estados Unidos formando la columna vertebral de la futuras fuerzas de bombardeos y disuasión de la Fuerza Aérea (de los EE. UU.)".
 
Los detalles técnicos del B-21 permanece en un gran secreto pero se sabe que tendrá una gran bodega de armas en la que podrá cargar el espectro completo del armamento actual y futuro del arsenal estadounidense. Su alcance será muy importante y su furtividad muy superior a la de los aviones "stealth" con los que actualmente cuenta la USAF. Según fuentes oficiales el programa está siendo desarrollado dentro de los tiempos previstos y con el presupuesto previsto. El monto de ese presupuesto no se conoce. Los aviones estarían operativos alrededor del año 2030. 
 
La Fuerza Aérea de los Estados Unidos estaría planeando adquirir un nuevo caza de largo alcance conocido como "Penetrating Counter-Air". El mismo acompañaría al B-21 Raider en territorio enemigo ayudándole a sobrevivir a las defensas aéreas del enemigo. Como está proyectado que los B-21 sean aviones furtivos de largo alcance y despliegue rápido, los Estados Unidos tendrían una capacidad de respuesta más rápida y contundente que la que les dan sus portaaviones. Estos buques son muy aptos para algunos tipos de conflictos pero podrían ser inapropiados para otros, especialmente los de mayor magnitud. Por las característica propias de estos bombarderos estratégicos, los B-21 le darían a los Estados Unidos de Norteamérica una gran capacidad reacción y de disuasión. Si bien estamos en contra del uso de armas de destrucción masiva, aún en un rol de bombarderos convencionales el mayor logro de los Raiders sería el de no tener que usarlos. Es una visión un tanto ingenua, lo sabemos. La industria bélica no vive de la paz. (Fuentes: northropgrumman.com; fas.org; defensenews.com; Wikipedia y archivo de GEOESTRATEGIA).