CENSURAN A JOE BIDEN
14.09.2021 09:13
Cuando se manejan los hilos de una marioneta, el resultado del acto depende de la habilidad del titiritero. Cuando se transforma a un humano en títere, la manipulación suele complicarse. Es claro que Joe Biden es un títere en manos de un grupo de demócratas que responden al Estado Profundo. El problema es que el presidente tiene algo de vida propia y no lo decimos sarcásticamente. Todavía le queda un hilo de voluntad y a veces intenta aprovecharlo en público. A veces ignora las tarjetas en las que le anotan a qué periodistas responder preguntas consensuadas de antemano. Es entonces cuando Joe comete errores groseros y es entonces cuando los titiriteros apagan el micrófono o - lo que es mucho peor - cortan la transmisión. Suponemos que ellos optan por lo que consideran el mal menor pero el daño ocurre de todos modos. La debilidad del presidente se pone en evidencia y la confianza de los votantes estadounidenses baja a niveles alarmantes. La flaqueza se pone de manifiesto justo cuando la situación amerita una muestra de firmeza y fortaleza, aunque más no sea para poder seguir llevando a cabo los planes macabros de los demócratas y sus amos.
Biden no tiene el monopolio de títere fallido. Ayer su Secretario de Estado, Antony Blinken fue interpelado por la comisión de Asuntos Exteriores de la Casa de Representantes de los EEUU. Por momentos tuvimos la impresión de que Kamala Harris se había disfrazado y respondía las preguntas hechas al funcionario: "Ahh, ehh, ihh, ohh, uhh...". Aun teniendo que enfrentar las preguntas de representantes republicanos mayormente poco inspirados, sus respuestas parecían las de un adolescente de escuela secundaria que no se había preparado para dar la lección. Los senadores lo hubieran destrozado. Por su propio bien, Kamala Harris aparece poco. Eso no significa que las pocas veces que aparece no ponga en evidencia su ineptitud total para el cargo que ocupa. Ahora dice que piensa proteger a los vacunados contra el virus chino de los que optamos por no vacunarnos. Proteger a los vacunados es lo que hace una vacuna, al menos una eficaz. Si las vacunas son útiles, entonces la lógica de Kamala no cierra... Sea como fuere ya sabemos que la vicepresidente no ocupa el cargo que ocupa gracias a su exuberancia intelectual.
El problema se volvió grave, las encuestas son alarmantes y el descontento crece. Los medios del Estado Profundo y las redes sociales como Facebook y Twiter intentan controlar el daño pero Internet está repleta de gente dispuesta a mostrar la verdad tal cual es. Con tantos funcionarios caídos en desgracia es difícil seguir engañando al público indefinidamente. Tal vez Obama, Clinton, Susan Rice y otros se estén planteando forzar la renuncia de alguien. El deterioro físico y mental de Biden es indisimulable. Quisieran conservarlo al menos hasta el final de su primer mandato pero parece poco probable que el hombre resista. Kamala es impresentable. Convertir a Blinken en chivo expiatorio sería pan para hoy y hambre para mañana. Dicen que el demonio suele fallar porque en su soberbia se fija objetivos demasiado elevados. También existe la posibilidad de que ese haya sido el objetivo desde el principio: el desmoronamiento del gobierno estadounidense, el caos, la anarquía. Siempre lo dijimos, ese es el plan del Nuevo Orden Mundial. No pretenda salvarse pasándose a su bando, no sea ingenuo, ahí no hay cabida para usted.