COMIENZA EL INTENTO POR SALVAR LOS DESTRUCTORES TIPO 45 DE LA ROYAL NAVY

03.05.2020 11:03
 
La Marina Real británica iniciará - finalmente - el largo y costoso proceso de dar una solución definitiva al problema de propulsión de sus destructores Type 45. Los británicos cuentan con seis de estas naves. Debieron ser doce pero los planes no se cumplieron por falta de fondos. De todos modos en un mundo de misiles hipersónicos el valor de estos buques es relativo. Una de las razones que están impulsando a los estadounidenses a considerar desprenderse de dos de sus grandes portaaviones es la meramente económica. Los rusos dicen que, además, los norteamericanos se están percatando de la vulnerabilidad de estas gigantescas naves ante los mencionados misiles. Si tenemos en cuenta que los F-35B que dotarán a los Clase Queen Elizabeth de la Royal Navy tienen una autonomía bastante limitada y una baja capacidad de cargar armas, comprendemos que la neutralización de los misiles hipersónicos (algunos de ellos de un alcance muy importante) podría convertirse en algo extremadamente complicado, cuando no imposible. 
 
Los Tipo 45 tienen otras limitaciones. Si se los dota de misiles antibuque (de momento la RN prácticamente no cuenta con ellos) pierden su furtividad y quedan más expuestos a los ataques. Sus armas antisubmarinas son las que puedan desplegar los helicópteros que lleven a bordo, lo que nuevamente atenta contra la furtividad y además contra la velocidad de reacción. A todo esto hay que agregar el hecho de que estas naves son extremadamente ruidosas, lo cual las hace muy vulnerables a ataques de submarinos. Este último problema no tiene solución, no se resolverá con los trabajos sobre la planta de poder. Así nos lo confirmaron expertos de la Armada Argentina.
 
Destructor Tipo 45 HMS Diamond disparando un misil Aster.
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Aún admitiendo que estos destructores no carecen de valor militar, su número limitado es una preocupación para los mandos de la Marina Real. Por buena que sea un nave, no puede estar en más de un lugar al mismo tiempo.
 
En febrero del año pasado el por entonces Ministro de Defensa británico, Gavin Williamson, anunciaba que el primer despliegue del portaavions HMS Queen Elizabeth sería al Mar del Sur de China. Eso sería una provocación estúpida. El grupo de batalla del QE estaría compuesto por el portaaviones (con unos ocho aviones británicos y otros tantos del Cuerpo de Infantería de Marina de los Estados Unidos), dos destructores Type 45 con problemas de propulsión no totalmente resueltos, dos fragatas Type 23, dos naves auxiliares y posiblemente un submarino de ataque. Para bien o para mal, no serán los chinos los que deban temer.  
 
Es posible que los días de gloria de la Royal Navy se hayan terminado para siempre. No queremos ser inmodestos pero llegaron a su fin durante la Guerra de Malvinas. Aún así la Marina Real sigue siendo poderosa. Cuando los argentinos estemos dispuestos a volver a hablar de hipótesis de conflicto, deberemos repensar muchas cosas. Ya no alcanza con aviones de combate modernos, misiles de última generación y pilotos valientes. ¿Qué hay de nuestros submarinos y nuestros aviones de guerra electrónica? ¿Tenemos drones de valor militar significativo? ¿Tenemos armas cibernéticas? La voluntad de los británicos por sentarse a negociar es casi nula o totalmente nula, el trabajo que nos queda por hacer es mucho. Siempre hay algo que se puede hacer, dejemos de buscar excusas y de mirar al otro.
 
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