CUALQUIER ROEDOR PUDO HABERLOS LEÍDO

18.01.2023 12:09
 
Durante la Segunda Guerra Mundial los soviéticos desarrollaron una táctica muy sencilla para atravesar las líneas fortificadas alemanas. Lanzaban duros ataques exploratorios en todo el frente y donde encontraban un punto débil, perforaban la línea. ¿Por qué los rusos no están haciendo lo mismo en el frente oriental ucraniano? La batalla por Soledar concluyó y ahora golpean con redoblada dureza hacia Bakhmut, hacia el sudoeste. Moscú concentra buena parte de sus esfuerzos en torno a esa zona. Una de las causas de tal actitud es el hecho de que los ucranianos intentan reforzar constantemente sus posiciones allí. Para los soldados del Kremlin es más fácil acabar con las fuerzas que avanzan hacia ellos bajo el fuego de artillería rusa que bate las líneas de comunicación, que pasar a la ofensiva en busca de su destrucción. También debemos recordar que el congelamiento del suelo del sur de Ucrania se está demorando por una inesperada "primavera" (el frío ya está retornando), de modo que al Kremlin todavía no le conviene llevar a cabo un avance generalizado. De todos modos Bakhmut está rodeada casi por completo y el flujo de refuerzos ucranianos es dificultoso. El desgaste de los hombres de Zelenski es grave. El Coronel retirado Douglas Mcgregor, renombrado analista militar estadounidense, estima que los soldados ucranianos muertos son 122.000 y los desaparecidos 35.000. Eso coincide bastante bien con las cifra proporcionada por la Presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que hace un mes y medio aseguró que 100.000 militares ucranianos murieron en los primeros 9 meses de la guerra. A eso se le deben sumar los heridos. Según Mcgregor los rusos perdieron entre 16.000 y 20.000 soldados con otros 50.000 heridos. En otras palabras, según el coronel retirado, la relación es de 8 efectivos ucranianos muertos por cada soldado ruso. (Judge Napolitano - Judging Freedom - https://www.youtube.com/@judgenapolitano-judgingfre7226)
 
Lobby en la Cámara de los Comunes del Reino Unido en el siglo XIX
 
Vayamos por un momento a los EEUU. Ahí el Presidente Biden está en graves problemas pero tiene mucha ayuda. Ayer informábamos que antes de convertirse en presidente, Biden se hizo de una importante cantidad de documentos clasificados que no tenía derecho a tener en su poder. Cuando Donald Trump se encontró en una situación parecida, se puso a disposición de las autoridades y ofreció su plena cooperación. Guardó los documentos en un lugar de su residencia que por pedido de las autoridades fue asegurado con un candado. A pesar de ellos vio su residencia de Mar-A-Lago allanada en horas de la madrugada por un grupo especial de operaciones tácticas del FBI. Sucedió tres meses antes de las últimas elecciones de medio término. Su residencia fue revisada de un extremos a otro y se le confiscó hasta el pasaporte. El propio Ministro de Justicia de los EEUU y el Fiscal General de ese país se jactaron de haber autorizado la operación policial. En el caso de Biden se está permitiendo que sean sus propios abogados, sin las autorizaciones de seguridad correspondientes, quienes manejen los documentos secretos que parecen estar desparramados por doquier, incluyendo un garage (cochera). Cualquier roedor del barrio pudo haberlos leído... En otro plano, trascendió que los contactos establecidos por el hijo de Joe - Hunter - en calidad de lobista, no cayeron en saco roto. Al menos 14 de ellos tuvieron acceso a su padre mientras éste era vicepresidente (Fox News). El Presidente siempre negó ese tipo de contactos pero hay fotos de algunos de los encuentros. Queda establecido así que ambos están ligados al tráfico de influencias, máxime cuando Hunter no tenía conocimientos sobre el sector energético, ni el de finanzas ni el de ninguno por el estilo. Hay indicios y sospechas que para traspasar y lavar ese dinero, Hunter le pagaba a su padre 50.000 dólares mensuales por el alquiler de un cuarto en la residencia de Biden en Delaware. Buena parte de ese dinero provenía de la China comunista en calidad de préstamos blandos y similares. 
 
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