EL PORTAAVIONES HMS QUEEN ELIZABETH Y LOS PELIGROS DE LA AMNESIA

15.07.2021 09:10
 
El Grupo de Batalla del portaaviones HMS Queen Elizabeth se acerca a la parte más riesgosa de su travesía, el Mar del Sur de China. Además del propio portaaviones - con sus lógicos problemas "de dentición" (1) - cuatro buques más llevan a bordo tripulantes infectados con covid. Esa parte no es la peor, uno de sus buques de escolta, el HMS Diamond, quedó atrás, en Sicilia, por problemas de propulsión. Ambos hechos eran previsibles pero el apuro británicos por estrenar un portaaviones en un despliegue operativo era grande. Las debilidades, seguramente ponderadas, finalmente no se tuvieron en cuenta. El Grupo de Batalla está compuesto ahora por el HMS Queen Elizabeth, cuya defensa terminal está incompleta (2); por un submarino de ataque; por un sólo destructor Type 45 - tremendamente ruidoso y con los problemas de propulsión propios de su clase; por dos fragatas Type 23; dos buques de apoyo (uno de ellos sufrió un incendio ante de partir (3)) y dos buques de escolta extranjeros. Éstos últimos son los más poderosos de la escolta pero sólo el USS The Sullivans tiene cierta capacidad contra misiles balísticos (4). Se habla de la reparación del HMS Diamond o su reemplazo en el grupo por el HMS Dragon, decisión que a nuestro criterio ya debería haber sido tomada. De hecho hay versiones mediáticas según las cuales lo del Diamond es un problema mayor, no es posible repararlo en el corto plazo.
 
En los últimos diez o doce años lo británicos parecen haber olvidado todas las lecciones aprendidas durante la Guerra Fría y la Guerra de Malvinas: la importancia de los submarinos (los de la Royal Navy pueden ser contados con los dedos de una mano); la importancia de la defensa aérea, en especial de la defensa terminal; la importancia de una buena logística; el riesgo de las improvisaciones y el peligro que implica andar olvidando documento secretos en las paradas de autobuses (a fines de junio documentos clasificados que detallaban información confidencial sobre los riegos del paso de un buque de guerra británico cerca de Crimea y otros secretos, fueron encontrados detrás de una parada de autobús del condado de Kent, Reino Unido. A nuestro entender, no es problema de una persona, es un fallo en el protocolo). Con todas esas lagunas de memoria, la Marina Real británica navega rumbo al Mar del Sur de China. Dependerá, casi por completo, de la actitud que tomen los chinos. Hace apenas semanas, los rusos hicieron que los británicos traspiraran profusamente. El gobierno chino dio sobradas pruebas de su falta de escrúpulos, ¿qué se puede esperar de ellos? Por otra parte, si un gobierno británico relativamente conservador comete semejantes errores, ¡qué les depara a los ingleses un eventual gobierno laborista!
 
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