ENCALLADURA DEL HMS “ASTUTE”: TODOS CULPABLES

23.04.2012 17:49

 

Hoy se conocieron los resultados de la investigación que llevó a cabo una comisión de la Royal Navy, sobre la encalladura del submarino nuclear de caza y ataque (SSN) HMS Astute.

 

El Astute encalló y permaneció parcialmente expuesto a la vista del público
el 22 de octubre de 2010, durante un cambio de personal desde y hacia la costa. La comisión investigadora aseveró que esa maniobra se hizo sin un plan preconcebido y sin seguir los procedimientos indicados para tales casos.

 

El informe afirma que a pesar de que las operaciones se llevaron a cabo en la oscuridad, el radar principal del mismo se encontraba apagado. Además el oficial de guardia no había indicado claramente el lugar donde se realizaría la transferencia de personal en las cartas de navegación. La comisión concluyó que el oficial de guardia no tenía una clara noción del peligro potencial de la maniobra.

 

Sin embargo se admitió que hubo otros factores que determinaron que ocurriese el accidente. Entre los mismos se reconocen deficiencias del equipamiento del submarino.

 

Entre los factores mencionados se destaca la falta de una radio VHF en el puente, lo que significó que el submarino no pudiese comunicarse con la embarcación que realizaba la transferencia de personal, aunque no comprendemos que relación habría tenido eso con la encalladura, si es que tuvo alguna.

 

En ese momento el capitán Andy Coles fue removido del comando de la nave. Otros dos miembros de la tripulación fueron sancionados más tarde, aunque se desconocen los detalles de tales sanciones.

 

Recordemos que los clase Astute miden 97m de largo y desplazan 7.800 toneladas, es decir más de un 50% más que sus antecesores de la clase Trafalgar. Cuentan con un modernísimo sistema de sonar y pueden realizar misiones de inteligencia y de despliegue de fuerzas especiales, para lo cual cuentan con una escotilla especial, es decir, pueden desplegar las mencionadas tropas incluso estando sumergidos.

 

Pero no todo son buenas noticias para los británicos. El costo final de las unidades será mayor al esperado y el programa está muy retrasado.

 

Hay una mentira muy divulgada por la propaganda británica sobre la presunta excelente habitabilidad de estas naves, que ofrecerían cierto confort a la tripulación. No es así. Hay sectores de la nave donde un hombre no puede siquiera trabajar erguido. Es apenas una mentira más en la larga serie de presuntas virtudes de distintos navíos de la Royal Navy.