GRAN BRETAÑA CARECE DE POLÍTICA DE DEFENSA

05.06.2012 17:41

Hace algunos días informábamos que el Comité de Cuentas Públicas de la Casa de los Comunes del Parlamento británico, advirtió que el programa de recortes de personal del Ministerio de Defensa del Reino Unido (MoD) estaba provocando la pérdida de personal capacitado.

 

El comité advertía que como consecuencia del programa de recortes se estaba despidiendo a gente capacitada, la que luego era reemplazada por asesores externos. También decía que en el mediano y largo plazo esto podría derivar en serias pérdidas de capacidades y un crecimiento aún mayor en gastos de asesoramiento. “El MoD continúa con los recortes de personal sin comprender las habilidades que necesitará en el futuro”,  señalaban los diputados, afirmando que el gobierno de Londres había puesto “el ahorro por encima de la estrategia".

 

Pero eso es sólo el principio. Demos un vistazo a la producción para la defensa británica. Tomemos el caso puntual de BAE Systems. Esta empresa está construyendo los portaaviones clase Queen Elizabeth, los submarinos clase Astute, los destructores clase Daring y tendrá la responsabilidad de llevar adelante el programa de las fragatas Type 26. También produce blindados y realiza mantenimiento y reparaciones de buques. Eso sólo ya suena - como mínimo - a oligopolio.

 

Independientemente de la ética de la empresa - la cual no pretendemos cuestionar - eso genera cierto riesgo de que la política de defensa sea influenciada por las legítimas necesidades y expectativas empresarias.

 

Aún así, si hubiera una directiva clara del rumbo que debería tomar la política de defensa, esos riesgos serían fácilmente conjurados. El caso es que no hay un lineamiento claro del rumbo que debe tomar el MoD. La Revisión Estratégica de la Defensa y la Seguridad del 2010 fue desacreditada por el propio gobierno británico con su drástico y dramático giro respecto a la decisión sobre la variante de aviones y portaaviones a incorporar por parte de la Royal Navy.

 

Primero el gobierno inglés ignoró la propuesta de sus predecesores criticando con extrema dureza la decisión de los laboristas y después de haber tomado la determinación contraria, volvió a la propuesta original. Eso deja algo en claro: el gobierno británico no tiene un plan de defensa y los pocos lineamientos claros que existen respecto al tema, están sujetos al fundamentalismo económico y/o al capricho de los funcionarios. Las decisiones tomadas por otros gobiernos se deshacen con tanta facilidad como los Nimrod en manos de los chatarreros.

 

Un sólo ejemplo final para aquellos que todavía no den por bien fundado nuestro análisis. Como ya informamos el gobierno británico dio a conocer que se concedieron contratos por valor de 347 millones de libras a empresas del Reino Unido para empezar a trabajar en el diseño de los sucesores de los submarinos nucleares Vanguard. El mayor contrato es por valor de £ 328 millones y fue concedido a BAE Systems Maritime – Submarines.

 

La decisión final sobre la renovación del sistema Trident se tomaría durante el año 2016, un año después de las elecciones parlamentarias y los liberales demócratas insisten en que los contratos de diseño no representan un compromiso de renovación. Es decir, los 347 millones de libras que se pagará a las empresas mencionadas podrían ser dinero tirado a la basura. El próximo gobierno británico podría tomar la decisión opuesta a la tomada por el actual.

 

Como ya explicamos, no sería la primera vez que sucedería algo así. La defensa británica actual es fruto de la constante improvisación.