GRAN BRETAÑA PODRÍA REEMPLAZAR PARTE DE LOS F-35 QUE PLANEABA COMPRAR POR AVIONES NO TRIPULADOS

06.05.2013 15:30

 

En su reciente visita a los Estados Unidos, el Ministro de Defensa británico, Philip Hammond, mantuvo conversaciones con su par estadounidense Chuck Hagel. Hammond mostró más voluntarismo que realismo, aunque tuvo momentos de lucidez (o de sinceridad) en lo concerniente a la realidad que vive el sector de la defensa de su país.

 

De hecho en los EEUU Hammond habló de las dificultades económicas y financieras de Gran Bretaña y de otros socios europeos de la OTAN. Reafirmó el compromiso británico de ser el principal socio estadounidense dentro de esa organización pero también habló de presionar a otros países europeos a incrementar los gastos de defensa en el largo plazo. A la vez expresó que en el corto plazo esos países deberían hacer un uso más eficiente de los recursos destinados al sector militar, insistiendo en que los mismos deberían ser invertidos de forma tal que incrementen la capacidad de despliegue de la OTAN. Manifestó que Europa debería ser menos dependiente de los EEUU, país que está reorientando sus fuerzas hacia la zona Asia-Pacífico.

 

Por su parte Hagel habló del continuo compromiso del Reino Unido con el programa F-35. Sin embargo, ante los británicos Hammond expresó que el Reino Unido comprará 48 F-35B, pero que podría reconsiderar los planes de adquisición de los restantes 90. Condicionó la compra de esos 90 aparatos a factores tales como la política y el dinero. También insinuó que parte de los F-35 podrían ser sustituidos por aviones no tripulados.

 

Hagel felicitó a su par británico por el mantenimiento constante por parte de de la Royal Navy de su fuerza de disuasión nuclear, basada en submarinos. La decisión de los conservadores, apoyada por muchos laboristas, es la de reemplazar a los submarinos clase Vanguard por una nueva generación de SSBN. La decisión final sobre el reemplazo de los submarinos clase Vanguard  deberá ser tomada recién en el 2016, aunque el actual gobierno ya destinó grandes sumas de dinero para comenzar a diseñar los mismos.

 

El monto total que los contribuyentes británicos deberán pagar por el diseño de los nuevos SSBN si se aprueba su construcción, será de 3.000 millones de libras, y el costo total de diseñar, construir y operar las naves a lo largo de toda su vida útil ascendería a 100 mil millones de libras, es decir a unos 155.310 millones de dólares.