GRAN BRETAÑA: CRECE LA PREOCUPACIÓN POR LA POSIBLE BAJA DE BUQUES Y EL RECORTE DE ROYAL MARINES

05.02.2018 08:20
 
La pulseada por dinero fresco para la Defensa de Gran Bretaña todavía no tiene ningún ganador pero los fondos adicionales para sostener los megaproyectos y las grandes compras en el extranjero no aparecen ni hay señales positivas en tal sentido.
 
Quienes presionan para obtener más dinero sacan a la luz acontecimientos pasados desconocidos con la esperanza de poner de su lado al contribuyente británico. Así trascendió que en agosto del 2017  el barreminas Clase Hunt HMS Cattistock fue desplegado para escoltar a dos submarinos rusos de la clase Kilo y un remolcador de apoyo a través del Canal de la Mancha. Pasaron cinco meses de ese hecho que repentinamente se filtró con afirmaciones tales como que un "barco de plástico reforzado con vidrio" fue el encargado de la escolta. Al parecer los dos submarinos y el barco de apoyo no estaban operativos en ese momento y eso es algo que probablemente la Inteligencia británica no ignoraba. El barreminas podía cumplir bien la misión encomendada y de hecho lo hizo.
 
De todos modos el panorama de las finanzas de la Defensa británica está pasando de rojo a rojo oscuro. La National Audit Office (Oficina Nacional de Auditoría o NAO por sus siglas en inglés) británica puso cifras a lo que en nuestros portal venimos diciendo hace tiempo: que Gran Bretaña intenta abarcar mucho más de lo que puede. El titular de la NAO, Amyas Morse, afirmo que "en la actualidad, la brecha de asequibilidad oscila entre un mínimo de £ 4,9 mil millones a £ 20,8 mil millones si se materializan los riesgos financieros y no se logran ahorros ambiciosos". La última cifra representa aproximadamente 30 mil millones de dólares. Remarcamos que ese es el máximo déficit potencial estimado, no el gasto.
 
En esas circunstancias el temor de que se recorte drásticamente el número de Royal Marines y de que se decida prescindir de los restantes buques de asalto anfibio de la Royal Navy crece entre los mandos británicos. Los Royal Marines no sólo son la punta de lanza de cualquier operación anfibia británica, también son el semillero para fuerzas de élite como el SAS. Como vemos empiezan a entenderse las presiones para salvarlos. El tema es que el Ministro de Finanzas británico es Philip Hammond. A él le dedicamos un artículo completo hace ya cinco años y medio:
 
 
Que el lector juzgue por sí mismo.