LA ESTRATEGIA EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL - DECIMOTERCERA PARTE: LA INVASIÓN ALEMANA DE YUGOSLAVIA Y GRECIA

30.05.2013 15:41

 

Dado que su fuerza aérea no podía no podía enfrentarse con éxito a la italiana, Grecia había aceptado la ayuda de la RAF. Pero dados los excelentes resultados obtenidos por los soldados helenos en tierra, no parecía prudente aceptar la entrada de fuerzas terrestres británicas. Eso podría provocar a los alemanes. De todos modos los británicos se encontraban preparando ambiciosas operaciones en el norte de África y no tenían muchos efectivos disponibles.

 

La idea original de Hitler era tomar solo el norte de Grecia, ya que no quería distraer demasiados recursos, los cuales quería reservar para la invasión de la Unión Soviética. En la zona ocupada, la Luftwaffe podría establecer bases para interceptar las eventuales acciones aéreas de la RAF contra los pozos de petróleo de Ploiesti. La Luftwaffe no veía con buenos ojos ese plan. Desde esas bases podía enfrentar las acciones aéreas británicas, pero no impedirlas. Si se quería eliminar de plano la posibilidad de los ataques aéreos a Ploiesti era necesario ocupar toda Grecia.  

 

Las fuerzas alemanas se concentrarían en Rumania. Desde allí 24 divisiones pasarían a suelo Búlgaro ni bien eso fuera posible, ya que para cuando se planificó la invasión, Bulgaria aún no se había adherido al Eje. El ataque estaba previsto para marzo de 1941. Estaba planeado que los alemanes ocuparan el norte de Grecia y la isla de Lemnos, que era la más cercana de las usadas por la RAF. Se esperaba que los italianos reanudaran el ataque y tomaran el resto del país.

 

Mientras los alemanes planificaban, Churchill ordenó a sus comandantes en El Cairo, Egipto, que reforzaran a los griegos a cualquier precio, incluso si eso perjudicaba la ofensiva planeada en el norte de África. Wavell, el comandante de las fuerzas terrestres británicas en el Cercano Oriente no hizo mucho caso a su Primer Ministro. Visitó Atenas recién a mediados de enero de 1941.

 

Los griegos le explicaron su delicada situación. Buena parte de sus tropas estaban concentradas frente a los italianos, en el noroeste del país. Eso dejaba desprotegido el noreste, es decir la frontera con Bulgaria. Para protegerla se necesitaban al menos nueve divisiones británicas y un fuerte refuerzo de los medios aéreos. Wavell ofreció un regimiento de artillería, uno mixto de cañones antitanque y antiaéreos y un grupo blindado. Más adelante, dijo, enviaría dos - tal vez tres - divisiones de infantería.