LA MINISTRO DE DEFENSA BRITÁNICA Y UN DISCURSO QUE LOS ARGENTINOS NO PODEMOS IGNORAR

16.05.2019 13:18
 
La flamante Ministro de Defensa del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Penny Mordaunt, acaba de pronunciar su primer discurso y los argentinos deberíamos prestarle mucha atención al mismo. Moundant comenzó su disertación en la Sea Power Conference 2019 (Conferencia sobre el Poder Naval 2019) honrando a Sir Henry Leach, presentándolo como el hombre que convenció a Margaret Thatcher de que las Malvinas podían y debían ser recuperadas. Eso debe ser un llamado de atención para el gobierno de Mauricio Macri al que respetamos pero al que percibimos como demasiado propenso a coquetear con Londres.
 
"Leach y su primer ministro articularon una misión nacional arraigada en las almas de su nación y la gente. ¿Cómo pudieron hacer eso? ¿Para hinchar corazones? ¿Para enfocar las mentes? ¿Para definir qué es ser patriota? ¿Utilizaron el poder de su filosofía personal para moldear nuestras grandes instituciones? En realidad fue todo lo contrario. Sintieron los valores de las instituciones de nuestra nación con tanta fuerza que sus personalidades fueron moldeadas por ellas", aseguró la ministro. A veces los gobernantes británicos infunden algo de envidia. Seguramente sus ministros de Defensa lo hacen. Penny Mourdant no dijo lo que el argentino Oscar Aguad: "Queremos retransformar el ejército a uno más liviano. Ya no hay más tanques y cañones. Se terminó, eso era en la guerra de un estado contra otro estado, de un ejército contra otro". ¿El ministro olvida que el Reino Unido ocupa parte del suelo soberano argentino?
 
Mordaunt no se conformó con un nacionalismo sano. En la misma tónica de su predecesor habló de la Gran Bretaña Global (con mayúsculas en el original) e insistimos, empezó hablando de Malvinas. 
 
La ministro que reemplazó al ambicioso Gavin Williamson parece ser aún más ambiciosa que él o al menos aún más decidida. "... no puedo decirles que el Tesoro va a recibir con agrado este mensaje", dijo, "sin embargo, puedo prometer que el Tesoro escuchará este mensaje". "No seré tímida a la hora de pedir dinero [para las fuerzas armadas]". No prometió luchar por tanques y cañones, prometió luchar por portaaviones, fragatas y submarinos con misiles nucleares. Habló de "cumplir los objetivos globales de Gran Bretaña en todo el mundo". "Los objetivos globales de Gran Bretaña en todo el mundo", eso incluye el Atlántico Sur.
 
El gobierno de Mauricio Macri, en cuyas promesas muchos hemos querido confiar, está dejando demasiadas cosas sin hacer. La Constitución Nacional argentina es clara: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino." 
 
Cinco aviones Super Etendard Modernizados son bienvenidos pero son totalmente insuficientes. Argentina no tiene submarinos, no tiene destructores ni corbetas con misiles modernos, no tiene aviones de combate suficientes, su artillería antiaérea es casi inexistente, se reduce a algunas piezas de tubo y a media docena de lanzadores portátiles de misiles. Se podrá decir que no hay dinero pero el tiempo pasa y los fondos siguen sin aparecer o se malgastan. El gobierno argentino tiene por delante unos meses hasta las próximas elecciones. Aún puede convencer a los argentinos de bien de que todavía merece algo de confianza. Para el argentino de bien la causa Malvinas no es una anécdota ni la soberanía nacional una cuestión secundaria. No caigamos en la malicia de decir que los tanques y cañones son cosa del pasado. Miremos a nuestros vecinos: se están armando. 
 
Señor Presidente, ya lo dijimos una vez: no despilfarre nuestros votos, hemos confiado en usted y queremos seguir haciéndolo, denos una oportunidad. Ponga los intereses de la patria por encima de especulaciones electoralistas y posiblemente le vaya mejor de lo que pueda esperar. En el peor de los casos al menos se irá con la conciencia tranquila de haber cumplido con su deber. La patria no es sólo una cuestión económica, es principalmente una gran familia con valores, convicciones, principios, objetivos nobles. La patria es respeto por la vida y por el bien común, es solidaridad genuina, es amor por lo que representa la insignia celeste y blanca. Dios lo ilumine y le dé fortalezas para que así lo comprenda y obre en consecuencia. LAS MALVINAS FUERON, SON Y SERÁN ARGENTINAS.