LA OTAN AGOTA RÁPIDAMENTE SUS ARMAS Y MUNICIONES

25.10.2022 13:07
 
El lunes 24 se observó una gran actividad de la aviación militar rusa sobre las regiones de Kherson y Zaporozhye. En los tres días previos, Ucrania había acumulado una gran cantidad de equipo militar en el noroeste de la región de Kherson. Los ataques de la aviación del Kremlin causaron fuertes pérdidas a las Fuerzas Armadas de Ucrania, al punto que la enésima contraofensiva de las tropas de Kiev en el sur podría ser aplazada por algunos días, cuando no semanas.
 
Las fuerzas que Zelenski compromete en el ataque son reservas que necesitará imperiosamente si los rusos lanzan su probable ofensiva invernal. Los ucranianos atacan con fuerzas de segunda línea mientras que los rusos convocados durante la última movilización son efectivos con entrenamiento militar previo que están recibiendo adiestramiento adicional. Además los ucranianos dependen de la provisión de municiones de los EEUU, país que está agotando rápidamente sus proyectiles de artillería y misiles portátiles de todo tipo. Los norteamericanos están considerando apelar a viejos misiles antiaéreos de su reserva. Los rusos destruyen el material occidental a un ritmo sostenido y toda la OTAN se está quedando sin armas y municiones. Eslovenia está entregando el 40% de sus tanques a Ucrania; Estonia ya gastó el equivalente a un tercio de su presupuesto de Defensa en ayuda a ese país y Noruega cedió a Kiev el 45% de sus obuses. A los expuesto se le deben sumar las crecientes dificultades para hacer llegar todo tipo de pertrechos al frente de batalla en una país constantemente golpeado por drones, misiles y cohetes. Estos últimos son disparados por la aviación táctica rusa que vuela sin cesar. Existe además el riesgo de que en algún momento los rusos corten las líneas de suministro enemigas por detrás del Río Dniéper ya sea a través de Bakhmut en el este o a través de Bielorrusia, desde el norte. El cúmulo de esos hechos habría disparado el despliegue en Europa de la 101 División Aerotransportada estadounidense, la cual es una fuerza ligera. Por su parte el Kremlin está modernizando 600 tanques de cierta antigüedad y envía al frente de batalla los novísimos T-90M Proryv-3. 
 
Por ahora la guerra continúa con toda su dureza, los ucranianos tratan de satisfacer las necesidades políticas de Joe Biden mientra los rusos se conforman con repeler ataques de distinta intensidad. Esperan el invierno. Cuando llegue, posiblemente lo haga acompañado de un feroz ataque ruso. Posiblemente Moscú busque hacer un avance rápido ya que el panorama internacional también presenta complicaciones para Putin. Israel mira con disgusto la relación de Moscú con Teherán y lanza veladas amenazas. Toda la situación podría encender el polvorín de Medio Oriente. Buena parte de la responsabilidad sería, sin embargo, de la administración Biden que levantó las sanciones impuestas contra Teherán por Donald Trump. El consuelo al que muchos se aferran son las elecciones de medio término en los EEUU. Si ganan los republicanos, ellos tomarían el control del Congreso. Son mucho más predecibles y equilibrados que los demócratas aunque entre ellos tampoco falta los halcones que quieren alimentar la industria bélica norteamericana. Si Europa no se rebela, la paz podría ser un mero anhelo, sin sustento para su logro.
 
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