LA OTAN PIERDE EL CONTROL DE BUENA PARTE DEL ATLÁNTICO NORTE (OCTAVA PARTE)

01.08.2020 19:52
 
Tal vez no sean las cuestiones militares sino las políticas las que más deterioran a la OTAN. El Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, mantiene relaciones tensas con el gobierno alemán. Alemania gasta en Defensa un 1,36% de su PBI, muy por debajo del 2% que se pretende que aporten los miembros de la OTAN. Los estadounidenses retirarán casi 12.000 efectivos del país gobernado desde hace tres lustros por Angela Merkel, algunos (algo menos de la mitad) serán desplazados hacia otros países europeos, otros regresarán a Norteamérica. Merkel es, junto al francés Macron, una de las promotoras de la creación de un Ejército Europeo que tendría en su lista de potenciales enemigos a los propios Estados Unidos. Por su planteo descabellado, la idea no tuvo demasiado éxito pero es difícil decir que fue abandonada totalmente. 
 
El desplazamiento de fuerzas estadounidenses se dará de tal forma que podría debilitar el flanco norte de Europa, precisamente el que es analizado en esta serie de artículos. El Presidente Trump tiene sobradas razones para estar decepcionado de Merkel pero su jugada no está exenta de riesgos y podría debilitar aún más la postura de la OTAN en esa zona. Trump postula que Europa debería hacer un mayor esfuerzo por fortalecer su Defensa, en eso tiene razón, habrá que ver cuál será la reacción del Viejo Continente. 
 
Fue la propia Canciller alemana quien abrió las puertas a la inmigración indiscriminada hacia la Unión Europea, provocando la salida de los británicos de esa organización. Además Europa tiene en marcha dos proyectos de caza de sexta generación: uno es la iniciativa (nuevamente) franco-alemana y el otro es el programa británico Tempest. Ambos proyectos correrán serios riesgos económico-financieros si no se fusionan pero eso parece una posibilidad cada vez más remota. En estos párrafos sobre la política y la OTAN también habría que mencionar a Turquía, pero su postura ambigua es de conocimiento público.
 
Submarino ruso de la Clase Kilo Mejorada - Foto: Mil.ru (La imagen original fue reducida en tamaño)
 
Los Estados Unidos tienen sin dudas una marina de guerra  impresionante pero su fuerza de submarinos no es, al menos cuantitativamente, claramente superior a la de los rusos. En ese sentido los rusos siguieron la receta que les permitió ser peligrosos durante toda la Guerra Fría. Es cierto, ni entonces ni ahora la calidad de los submarinos rusos logró inspirar confianza pero - al menos en parte - eso podría estar cambiando. También es cierto que la OTAN realiza frecuentes ejercicios antisubmarinos, como el recientemente finalizado Dynamic Mongoose, que se efectuó frente a las costas de Islandia. Del mismo participaron cinco submarinos pero recordemos que recientemente se reportó la presencia de 10 submarinos rusos en el Atlántico Nororiental. Además los estadounidenses deben hacer frente a la amenaza china. El problema es mayúsculo. Hemos regresado a la Guerra Fría pero ahora el Gigante Asiático es una grave amenaza en sí mismo. Su crecimiento en el campo de las armas, de la tecnología informática y de las comunicaciones es patente, su avance político y económico-financiero en el mundo, también.
 
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