LA ROYAL NAVY ESTÁ MÁS CERCA DE PERDER UN PORTAAVIONES (I parte)

29.12.2019 16:46
 
A pesar de las pruebas con aeronaves F-35 que llevó a cabo el portaaviones HMS Queen Elizabeth y a pesar del inicio de las pruebas de mar de su buque gemelo, el 2019 fue un mal año para la Marina Real británica. Quien lo niegue desconoce el estado del personal y de la flota, la situación de las finanzas de la Defensa británica y el crecimiento de las marinas de guerra de algunos de los potenciales enemigos del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El orgullo de ser una de las tres marinas de guerra del mundo con más de un portaaviones en servicio (las otras dos son, es decir eran, las de los EE. UU. e Italia, la última con dos portaaviones ligeros), le duró muy poco. El 10 de diciembre los británicos pusieron en servicio al HMS Prince of Wales, el 18 los chinos hicieron lo propio con su segundo portaaviones y tienen un tercero en construcción.  Claro que eso no es todo: los británicos cuentan - al menos en los papeles - con diecinueve buques de escolta; los chinos con 35 destructores, 50 fragatas y 41 corbetas. Las diferencias no terminan allí, la armada china cuenta con 95 submarinos; de momento el Reino Unido contaría con un sólo submarino de ataque en condiciones mínimamente operativas. No lo decimos sólo nosotros, lo confirman diversas fuentes británicas. Hay más, la reparación y el mantenimiento de los SSBN británicos pasan por serias dificultades, hay retrasos por problemas de seguridad en alguna de las plantas donde se efectúan los trabajos.
 
Hasta la gloria vana de contar con dos portaaviones importantes podría durar poco. No son pocos los expertos británicos que llaman la atención sobre la ineficiencia británica a la hora de realizar gastos (o inversiones, si se prefiere) en el sector de la Defensa, en particular en lo que concierne a la Royal Navy. Aseguran, como lo venimos haciendo hace nosotros hace tiempo, que se privilegia los intereses de la industria por sobre las verdaderas necesidades de la Marina Real. Muy sutilmente usan términos que apuntan, bueno digámoslo nosotros, a una especie de corrupción o al menos a un círculo incompatible de militares-empleados de la industria.
 
Desde el entorno más cercano a Boris Johnson se comienza a hablar del despropósito de tener dos portaaviones casi sin buques de escolta. Es posible, cuando no probable, que la RN tenga que desprenderse de uno de ellos; hasta desde el Ejército Británico surgen ese tipo de exigencias muy concretas. También la RAF alza su voz reclamando más aeronaves F-35A y menos aparatos de la variante de despegue corto y aterrizaje vertical (STOVL). Las razones son claras: el F-35B tiene baja autonomía y poca capacidad de portar armas, casi podríamos decir que va a contramano de las doctrina bélicas modernas. 
 
A las fuerzas armadas británicas se les exigió que establecieran una prioridad cada una a fin de solicitar fondos adicionales para su funcionamiento. La Royal Navy manifestó que necesita resolver el problema de propulsión de los destructores Tipo 45. Es una admisión bastante explicita de la falta de buques de escolta. Diecinueve escoltas para dos portaaviones grandes es simplemente una suma sumamente baja, a quien piense diferente le sugerimos releer la historia de la Guerra de Malvinas. Pero la realidad indica que los buques de escolta de la RN no son diecinueve. Hay fragatas Tipo 23 que están al límite de su intensiva vida útil, hay otras que están siendo canibalizadas y hay una gran escasez de tripulantes, en especial de personal técnicamente calificado. La guerra moderna no es soplar y hacer botellas, es poseer tecnología y poder usarla y mantenerla.  Los programas para sustituir a las Type 23 están retrasados y ya hay quienes dicen que es probable que el problema de los buques de escolta se agrave cuando haya que empezar a radiar del servicio a las mismas. Insistimos, en la reparación de algunas de ellas se están tomando medidas extremas. (Continuará)
 
Enlace a la segunda y última parte: