LO QUE QUEDA DE LOS ESTADOS UNIDOS

14.08.2022 08:54
 
La tan anunciada contraofensiva ucraniana en el sur, en la zona de Kherson, nunca comenzó. La propaganda de Kiev intenta disimularlo diciendo que lo que fracasó es la ofensiva rusa en esa misma zona y afirmando que el avance ruso en el este se detuvo. No es así, los rusos ya entraron en los suburbios de Bakhmut, en la última línea defensiva fuerte de Ucrania, construida después de la toma de Crimea en el 2014. Probablemente no sea fácil cruzarla pero una vez que lo hagan es posible que su avance se acelere. La artillería rusa está haciendo estragos en todos los frentes y modernos tanques T-90M, recién salidos de fábrica, refuerzan la punta de lanza de las tropas de Moscú. El contraataque ucraniano fracasó por razones muy simples: las armas prometidas por occidente llegan con cuentagotas y no siempre son útiles. Los eslovacos acaban de enviar cuatro vehículos de combate de artillería Zuzana 2. Se comprenderá lo poco que eso significa en un largo frente de combate de muchos centenares de kilómetros. Los vehículos blindados estadounidenses American International MaxxPro - que aún no participaron en las hostilidades - ya demostraron ser inservibles; quedan atascados en los campos. Ya hemos mencionado los problema de los cañones autopropulsados alemanes y los de los blindados antiaéreos del mismo origen. Según medios rusos, los vehículos blindados ligeros Mamba Mk 2 ni siquiera protegen a sus ocupantes de los disparos de fusiles automáticos de calibre 7,62. Si los norteamericanos quieren que Kiev gane la guerra, deberán involucrarse directamente. No les conviene pero en los Estados Unidos y acéfalos, no se sabe quién tomará la próxima decisión irracional.  
 
A principios de 1988, Joe Biden sufrió una ligera hemorragia cerebral, una filtración de sangre desde una aneurisma. La mitad de las personas que sufren ese tipo de accidente cerebrovascular muere antes de los 6 meses de ocurrido el mismo. Muchos de los que sobreviven quedan con secuelas físicas o cognitivas. Biden debió someterse a una cirugía que incluyó una craneotomía; su cráneo debió ser abierto. En esa ocasión se le descubrió otro aneurisma del lado derecho de su cerebro. Después de la intervención quirúrgica, el actual presidente estadounidense permaneció hospitalizado por un tiempo prolongado. A esos antecedentes debe sumarse su envejecimiento prematuro, que hasta podría ser una secuela de su ACV. Biden tiene problemas de memoria, de irritabilidad, motrices y otros. Ya se han registrado al menos tres ocasiones en las que extendió la mano como queriendo estrechar la de alguien que realmente no estaba ahí. Si se toma en cuenta que la imagen pública de su eventual sucesora, Kamala Harris, es aún peor que la del presidente, se comprenderá por qué hablamos de la virtual acefalía estadounidense.
 
Los demócratas no son tan estúpidos como para no comprender todo eso y esa es la razón probable por la cual orquestaron un allanamiento por parte del FBI de la mansión de Mar-a-Lago del expresidente y potencial candidato presidencial, Donald Trump. El mismo FBI que encubre a Hillary Clinton y al hijo de Joe, Hunter Biden, persigue a Trump por, según se alega, estar en posesión de documentos clasificados. Es absurdo, todo presidente estadounidense tiene la potestad de desclasificar documentos. El FBI, devenido en herramienta política de los demócratas, investiga a Trump por espionaje cuando ya está probado que su presunta colaboración con los rusos no fue otra cosa que un invento de la perversa Hillary. Los demócratas no tienen ni ética ni moral y viéndose en aprietos por sus propias políticas destructivas, atacan a la oposición. Por ahora están logrando el efecto opuesto al buscado - Trump gana en popularidad. Entre tanto México se ve en aprietos porque la política migratoria de Biden dio a los carteles narcos un poder enorme; Irán logró su largo anhelo de ver atacado a Salman Rushdie; las tensiones entre China y Taiwán no ceden y palestinos e israelitas entraron nuevamente en guerra. Eso incluyó un atentado a pocos metros del Muro de los Lamentos. Por otra parte, más cerca nuestro, el dictador nicaraguense Daniel Ortega cerró siete estaciones de radio de la Iglesia Católica y ordenó el arresto domiciliario de un obispo y de sus ayudantes, ante el escandaloso silencio del Papa Francisco. Este probable infiltrado filomasón está muy ocupado en taladrar agujeros en la barca de Pedro. Parece no aceptar que no puede ser hundida.
 
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