LOS ESTADOS UNIDOS CONSIDERAN A LOS BRITÁNICOS COMO ALIADOS DE SEGUNDA CATEGORÍA

05.01.2020 10:12
 
A mediados de diciembre numerosos medios, en particular los especializados, daban cuenta de la presión que ejercían los Estados Unidos de Norteamérica sobre Japón para que el país asiático no se sumara al programa del caza de sexta generación Tempest que encabezan los británicos y se uniera al algún programa estadounidense. Hasta se habló (por parte de los ingleses) de un "calentamiento" (sic) de la competencia entre los británicos y sus aliados del otro lado del Atlántico.
 
Los británicos sufrieron otro desplante, mucho más grave. No recibieron ningún aviso por adelantado sobre la operación norteamericana que acabó con la vida del General de División iraní Qasem Soleimani, asesinado por medio de un dron estadounidense MQ-9 Reaper. El Primer Ministro Boris Johnson se enteró del suceso cuando el hecho ya había ocurrido mientras vacacionaba en el Caribe a pesar de la presencia de tropas británicas en la región, la que ahora se encuentra al rojo vivo. Su reacción habría sido un duro insulto, una palabra de cuatro letras en idioma inglés (f...).
 
Dado que durante el primer despliegue operacional del portaaviones HMS Queen Elizabeth de la Marina Real británica - a efectuarse el año próximo - el mismo llevaría ocho aviones F-35 británicos y probablemente otros tantos estadounidenses, comenzamos a preguntarnos cuál de las dos naciones decidirá sobre la región a la que se desplegará y cuál de las dos estará realmente a cargo de ese despliegue. Para los EE. UU. los británicos se convirtieron en socios de segunda categoría. Dado el creciente debilitamiento militar británico, la actitud de la administración Trump no carece de cierta lógica.
 
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