OCCIDENTE ES UN PORTAAVIONES SIN DEFENSA TERMINAL

05.05.2021 13:26
 
La salud del Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, es tema serio. Más allá de su política progresista o de izquierda liberal (algunos comienzan a catalogarla simplemente de marxista), sigue siendo el líder del país más poderoso del mundo, al menos del mundo libre. Es altamente improbable que pueda volver a postularse para otro mandato presidencial; es bastante probable que sus problemas cognitivos lo obliguen a renunciar antes de que cumpla el actual - probablemente mucho antes. Su eventual sucesora, Kamala Harris es una mujer hostil y sin la menor experiencia administrativa. Es incapaz de manejar una simple crisis migratoria aunque para ser sinceros, tampoco quiere hacerlo. Al marxismo no le importan las fronteras, le interesa generar el caos para hacerse del poder sin límites.
 
Aún así se espera del presidente Biden cierta coherencia en la política exterior norteamericana - no la hay. Se mostró débil ante Putin y se muestra débil ante los chinos. La guerra comercial con el Gigante Asiático fue un éxito de Trump. Biden quiere atribuirlo a su propia gestión aunque lleva en el poder apenas algo más de cien días. Es más, el mandamás demócrata (o quien realmente mande), está poniendo en riesgo los logros de la administración anterior. En la reciente cumbre climática los chinos prometieron poco y nada (y seguramente no cumplirán ni eso) y se pusieron en ventaja frente a los estadounidenses que prometieron demasiado. Estos últimos cargarán así una desventaja competitiva adicional. Tarde o temprano el desempleo volverá a golpear a las puertas de los hogares de la clase media y de las clases humildes del país del norte. El gasto ya aumenta, igual que los impuestos.
 
La retirada de Afganistán es otro desacierto mayúsculo. En el sitio MilitaryTimes, ayer el Representante por Florida, Michael Waltz, hizo un detallado análisis de las desventajas estratégicas que conlleva una salida tan precipitada. Abandonar el aeropuerto de Bagram dejará a los Estados Unidos sin una base de operaciones aéreas en algún país limítrofe de China. Afganistán también limita con Irán y está cerca de Rusia. A Waltz tampoco se le pasa por alto que Afganistán es un país rico en minerales. El hombre sabe de lo que habla, después de graduarse con honores en el Virginia Military Institute, sirvió en el Ejército de los Estados Unidos durante 24 años, fue un Boina Verde condecorado y el deber lo llevó a Afganistán en varias oportunidades. Ahora siente que el sacrificio de sus camaradas caídos fue en vano.
 
Claro que no toda la culpa es de Biden. Demasiado a menudo el hombre es incapaz de completar una frase larga, se pierde a la mitad de la misma. Algún periodista ya dijo claramente que consideraba la cuestión como un caso de "abuso de mayores". Quien sea que esté manejando la política externa estadounidense está cometiendo errores graves en el momento más inoportuno. Ya no es solamente Taiwán el que considera posible y hasta probable una guerra con China. Los australianos también estiman su propia guerra con los chinos como un hecho posible, bastante factible. En Londres deliran con la Gran Bretaña Global, quieren llenar (o aprovechar) el vacío y están enviando un Grupo de Batalla de portaaviones al Mar del Sur de China. Ni siquiera es un grupo bien preparado; el propio portaaviones HMS Queen Elizabeth tiene sus sistemas de armas de defensa terminal incompletos, al parecer por falta de técnicos especializados (fuente: navylookout.com). Hoy como nunca Occidente está en peligro. Los líderes idóneos y probos no aparecen. La peor agresión a la libertad es la interna y esa es la que más padecemos.
 
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