RIESGOSA APUESTA DE LA ROYAL NAVY POR SALVAR SUS BUQUES DE ASALTO ANFIBIO

12.04.2018 16:35
 
La Marina Real británica está desbordada. No es una especualción, los hechos así lo demuestran. Ante una advertencia del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica de que bombardearía Siria por un presunto ataque con armas químicas por parte de fuerzas leales al gobierno sirio, los británicos inmediatamente comenzaron a alistar submarinos de ataque para sumarse a los estadounidenses. Trump ya puso paños fríos a sus propias declaraciones pero el gobierno de Londres comenzó con los preparativos para enviar algún submarino. ¿Por qué submarinos y no buques de superficie? La Royal Navy no tiene barcos armados con misiles Tomahawk. Incluso el número de submarinos enviados será o sería modesto: no más de dos. Hoy por hoy esa sería la capacidad de despliegue de la RN, no hay más.
 
Al mismo tiempo que enfrenta el problema sirio Gran Bretaña incrementará su presencia en la región de Asia-Pacífico para fortalecer el embargo contra Corea del Norte que parece no funcionar tan bien como debería. Claro que desde el punto de vista militar los EEUU podrían resolver el tema solos pero la política y la diplomacia indican otro tipo de procedimientos. El buque que se sumará al despliegue será el de asalto anfibio HMS Albion. Es posible que por la decisión el Albion termine ausentándose de algún ejercicio importante pero hay quienes quieren destacar la importancia de este buque. El Albion y su gemelo el HMS Bulwark (en reparación) aparecen como candidatos a ser dados de baja de la RN, junto a un importante número de Royal Marines. Hay presiones para evitar eso. Sin esos dos buques Gran Bretaña vería tremendamente disminuida su capacidad de llevar a cabo un desembarco importante de tropas, en especial después de la venta del HMS Ocean a Brasil.
 
Claro que en la actual situación financiera de la Defensa británica para salvar a esos dos buques habrá que sacrificar algo. Al parecer serán más fragatas Type 23. Aunque los ingleses quisieran conservarlas no sería suficiente con desembolsar más dinero, tampoco hay tripulantes para todos los buques de guerra británicos. Pero seguir recortando buques de escolta no alcanza para solucionar el rojo de la contabilidad del Reino Unido. El Ejército Británico verá caer sus efectivos al nivel más bajo de su historia y la RAF perderá a los aviones Tornado que aún opera y podría tener que retirar del servicio activo sus 60 helicópteros Chinook, aunque los preservaría para eventualmente volver a ponerlos en condiciones operativas.
 
Si se decide por reducir el número de fragatas Tipo 23, algunas serían conservadas, aunque parte de su armamento pasaría a las Type 26 que irán entrando en servicio en forma muy gradual y tardía. El gran problema radica que en caso de necesitar desplegar una fuerza que incluya a uno de sus portaaviones, a al menos uno de sus buques de asalto anfibio, a buques de la Real Flota Auxiliar, a buques de tansporte y buques logísticos los mismos quedarían casi totalmente desprotegidos. El problema no acaba ahí. Ya se alzan voces sobre el riesgo de que los Estados Unidos decidan conformarse con un número inferior de aviones F-35 al inicialmente previsto y que eso dispare los costos por unidad. Gran Bretaña ató su destino aeronaval al F-35B y un incremento de su precio en la actual situación financiera podría ser fatal. Las apuestas siempre sos un riesgo, para expresarnos en términos suaves. El reequipamiento bélico británico tiene características de aventura militar: puede salir bien, también puede salir pésimamente mal. Sea como fuere, la aventura siempre es algo insensato, temerario.
 
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