SABRE VERSUS MIG-15 y MiG-17

14.05.2019 11:15
 
Los Sabre F-86 encontraron en el MiG-15 un adversario de temer. Ambos aparatos se enfrentaron por primera vez durante la Guerra de Corea (1950-1953). Los reactores F-80 y F-84 tuvieron buen rendimiento hasta que se encontraron con los MiG-15. Esto sucedió en noviembre de 1950. Como respuesta al MiG-15, los tres escuadrones de F-86A disponibles fueron trasladados a Japón en diciembre de ese año. Las primeras variantes del F-86 no podían equipararse por completo al MiG-15. Recién con la introducción de la versión F-86F en 1953, los dos aviones quedaron bastante igualados. Durante la Guerra de Corea tuvieron lugar épicos (y probablemente los últimos) combates del estilo "dogfight" (pelea de perros). De todos modos la misión principal de los MiG no era enfrentarse a los Sabre sino la de forzar a la USAF a detener los ataques de los bombarderos estratégicos B-29 Superfortress en la frontera chino-coreana. 
 
Si bien es casi imposible comprobar las cifras con rigor histórico, al final de la guerra, los F-86 reclamaron el derribo de 792 MiG-15 frente a 78 Sabre derribados, una relación de 10:1. Actualmente algunos afirman que la relación real seguramente fue de 2:1. Los pilotos de MiG reclamaron el derribo de 600 F-86 Sabre.
 
Los MiG-15 y MiG-15bis tenían mayor techo de vuelo que todas las versiones del Sabre (15.700 metros contra 14.200 del F-86F) y aceleraban más rápidamente que los F-86A/E/Fs debido a su mejor relación peso-potencia. Tenían asimismo mejor tasa de trepada, un mejor radio de giro por encima de los 10.000 metros y armamento más poderoso. Por el contrario, eran más lentos a baja altura  y todas las versiones del Sabre giraban más cerrado por debajo de los 8.000 metros de altura.
Detalle de Sabre que perteneció a la Fuerza Aérea del Perú
 
Así, si un MiG-15 obligaba al Sabre a combatir en el plano vertical o en el horizontal por encima de los 10.000 metros, tenía ganada la batalla. Fácilmente podía asimismo escapar de un Sabre trepando hasta su techo de vuelo, sabiendo que el F-86 no podría seguirlo. Pero por debajo de los 8.000 metros el Sabre dominaba al MiG en casi todos los aspectos (menos la tasa de trepada), y era el vencedor en la mayoría de las ocasiones, sobre todo si el piloto soviético cometía el error de combatir en el plano horizontal.
 
Ya bien terminada la Guerra de Corea, en 1958 los MiG-15 y MiG-17 de la Fuerza Aérea del Ejército de Liberación Popular (PLAAF) de la República Popular China, se enfrentaron sobre el Estrecho de Formosa a los F-86 Sabre y F-84 Thunderjet de la Fuerza Aérea de Taiwán. Inicialmente la lucha se desarrolló con tácticas parecidas a las de Corea. Los MiG-17 aprovechaban su mayor techo y volaban sobre las formaciones de F-86, eligiendo luchar cuando consideraban la situación favorable para ellos. Estados Unidos decidió enviar en secreto un lote de misiles AIM-9B Sidewinder y un equipo de mecánicos del Cuerpo de Marines estadounidense adaptó los F-86 taiwaneses para su uso. Con la llegada del AIM-9 Sidewinder, la balanza se inclinó del lado de los F-86 de Taiwán, que el 24 de septiembre de 1958 derribaron al menos 10 MiG con sus misiles.
 
Los MiG-17, que se creían seguros porque volaban a distancia suficiente para quedar lejos de las ametralladoras de los F-86, fueron tomados totalmente por sorpresa. Previamente la USAF había empleado sus F-100D Super Sabre para simular el perfil de vuelo de los MiG-17 y entrenar a los pilotos taiwaneses en el manejo de los Sidewinder en combate. Al final de un mes de combates aéreos, Taiwán reclamó 29 MiG frente a la pérdida de solo 2 F-84G. Se podría decir que la batalla no la ganaron los aviones sino los misiles.
 
Fuentes: historyanswers.co.uk; Wikipedia y archivo de GEOESTRATEGIA
 
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