SISTEMA DE MISILES DE DEFENSA AÉREA RUSO S-500: TECNOLOGÍA Y ESTRATEGIA DE DESPLIEGUE Y EMPLEO - (Primera parte)

25.02.2019 08:36
 
El S-500 Prometey es un sistema ruso de misiles tierra-aire de última generación que se complementará con el S-400, actualmente en uso. Se está trabajando para que esté desplegado en el 2020. Este sistema está diseñado para interceptar y destruir misiles balísticos intercontinentales así como aeronaves y misiles crucero hipersónicos. 
 
Con un alcance planificado de 600 km para misiles antibalísticos y 400 km para la defensa aérea, el S-500 podría detectar y destruir hasta 10 objetivos balísticos hipersónicos que vuelen a una velocidad de 5 kilómetros por segundo hasta un límite de 7 km/s. También apunta a destruir misiles de crucero hipersónicos y otros objetivos aéreos a velocidades superiores a Mach 5. La altitud de un objetivo a atacar puede ser tan alta como 180-200 km. Es efectivo contra misiles balísticos con un alcance de lanzamiento de 3.500 km, el radar alcanza un radio de 3.000 km (1.300 km para el EPR de 0,1 metros cuadrados). Otros objetivos contra los que se ha anunciado que serán empleados son vehículos aéreos no tripulados y satélites de órbita terrestre baja.
 
El sistema será altamente móvil y tendrá un despliegue rápido. Los expertos creen que el mismo puede destruir misiles balísticos intercontinentales enemigos en las partes media y final del vuelo, pero los informes de la empresa que desarrolla y fabrica el mismo, Almaz-Antey, dicen que el sistema también será capaz de comprometer misiles balísticos en etapas aún más tempranas de vuelo. Ese es uno de los objetivos de las etapas finales del desarrollo del proyecto S-500.
 
Se planea desplegar las primeras unidades alrededor de Moscú y el área central de Rusia. Una versión naval es el armamento probable para los nuevos destructores de defensa aérea clase Lider que entrarán en servicio en 2023-25. 
 
El S-500 Prometheus usa dos nuevos tipos de misiles, el 77N6-N y el 77N6-N1 - los primeros misiles rusos con ojivas inertes que pueden destruir las ojivas nucleares por la fuerza del impacto, es decir, al golpearlos con precisión a gran velocidad. No se necesitan explosivos: las estimaciones de los ingenieros rusos muestran que una colisión a una velocidad de 7 km/s podría destruir casi cualquier objeto volador. Otro de los misiles que se mencionan en relación al sistema que estamos tratando es el misil guiado de rango extendido 40N6 dotado de cabeza explosiva, uno de los cuatro misiles que está usando el sistema S-400 y que entró en servicio en octubre del 2018. (Continuará) 
 
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