SU LIBERTAD DE EXPRESIÓN (TODAVÍA) ESTÁ EN SUS MANOS
02.12.2021 07:20
Twitter cambió a su CEO, es decir a la persona con más alta responsabilidad en la empresa. El CEO saliente, Jack Dorsey, no había hecho un mal trabajo en cuanto al crecimiento de la empresa, de hecho la hizo crecer mucho pero en los últimos 5 meses el valor de las acciones cayó y los accionistas presionaron para que fuera reemplazado. Lo reemplazará Parag Agrawal, de origen indio. Es un hombre de 37 años que hasta ahora fue Jefe de Tecnología en la empresa que dirigirá. Ni bien se conoció la noticia de la "renuncia" de Dorsey, las acciones de Twitter se dispararon, ni bien se conocieron las reacciones a los antecedentes de su reemplazante, las mismas volvieron a caer. La elección de Agrawal no cayó bien ni en la India. Resulta que más allá de su perfil técnico, Agrawal tiene ideas tan peligrosas y totalitarias como su predecesor, bajo cuyo mandato la cuenta de Donald Trump fue suspendida permanentemente. Agrawal cree que la Primera Enmienda Constitucional de los EEUU, la que habla de la libertad de expresión, no debería afectar el accionar de la empresa sino precisamente lo contrario, según él la empresa tiene que poner más énfasis sobre quién puede ser escuchado y quién no. Además, de un antiguo mensaje del nuevo CEO en su plataforma, se desprende que considera que todos los blancos somos racistas.
Es bueno que las acciones de Twitter por estas horas se estén desplomando. Debemos contribuir a que sigan cayendo. Si quien dirige una red social piensa así, hay que castigar a la misma donde más le duele: en el bolsillo de sus accionistas. Facebook, Twitter, Instagram, YouTube, Google y otras empresas similares se hicieron del poder de decisión sobre qué podemos publicar y qué no, sobre qué debemos leer y qué no y hasta sobre quién puede publicar y quién no. Hágase un favor: minimice en lo posible el uso de estas redes sociales que están controlando su derecho a informarse. Ellas fomentan la histeria del covid-19; censuran a los que proponen soluciones alternativas a las vacunas todavía experimentales; censuran a políticos más conservadores. Elija mejor los medios mediante los cuales se informa. Está visto que ni siquiera tienen una línea política, tienen una agenda perversa. Hay una sola cosa que parece importarles: las ganancias estrafalarias y el crecimiento sin control. Ahí es donde hay que golpearlos.
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