VIVEN EN UNA NUBE DE GAS LICUADO

27.04.2022 15:09
 
El mayor club de automóviles de Alemania llamó a los germanos a conducir menos sus coches (carros), invitándolos a usar el transporte público, las bicicletas y a caminar más. Teóricamente eso hará que Europa se vuelva menos dependiente del gas ruso. En los EEUU Joe Biden fue aún más lejos. Aseguró que con el tiempo todos los vehículos militares norteamericanos llevarán motores eléctricos. Ya podemos escuchar los tanques Abrams ronroneando como gatitos mientras avanzan a doscientos metros por hora hacia su enemigo más temible - el cambio climático. Europa está en guerra y eso es un hecho que no se resuelve con parches y remiendos. Quien crea que con esas medidas puede detener el avance ruso debe despertar y pronto. Rusia aisló Odesa volando uno de los principales puentes que comunicaban la ciudad con el resto de Ucrania. La flota de superficie y los submarinos rusos se acercaron a las costas del Mar Negro, haciendo temer un intento de desembarco cerca de esa ciudad, la última localidad portuaria ucraniana que no está en manos de las fuerzas del Kremlin. Mientras en el Dombás comienzan a caer ciudades y poblados, Europa y los EEUU envían armas a Kiev en cámara lenta. Detrás de la línea del frente oriental, los rusos acumulan fuerzas. Ya dispararon 1.300 misiles y - contrariamente a los que muchos auguraban - no se les terminaron. Claro, se trata de una guerra y el final siempre es incierto pero...
 
Pierre Lallement, considerado por muchos como el inventor de la bicicleta
 
Los rusos intentaron tomar Kiev o amagaron a hacerlo y Bielorrusia sigue estando donde estaba. Eso obliga a mantener gran cantidad de tropas ucranianas en torno a la capital. Sea como fuere, ahora es difícil movilizarlas. La última refinería ucraniana que quedaba en pie fue destruida y las vías férreas no soportan muchos más parches. Los depósitos de armas y combustibles ya volaron por los aires al igual que muchos puestos de comando. Si no pasa nada realmente extraordinario las tropas rusas seguirán avanzando por algún tiempo. Tal vez lleguen a Odesa, tal vez sigan hasta Moldavia, tal vez terminen tomando Kiev. Hay ucranianos que siguen queriendo volver a sus hogares en torno a la capital. Es un acto casi suicida. Es hora de sentarse a negociar seriamente e intentar lograr un acuerdo decente. El problema es que posiblemente Putin ya no quiera tratos razonables. Después de todo, se diga lo que se diga, va ganando y el peso de los números está a su favor. El que no lo vea así haría bien en reconsiderarlo. 
 
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