EL INCIERTO FUTURO DE LOS DESTRUCTORES TYPE 45

04.05.2016 18:07
Tal como ya lo informáramos oportunamente a nuestros lectores, los destructores tipo 45 de la Royal Navy tienen problemas gravísimos de propulsión, al punto que deberán ir siendo retirados del servicio para resolver el problema. Oportunamente hemos informado que lo más probable es que se los dote de dos generadores diésel adicionales par resolver el problema que afecta a las seis unidades de la clase. Hoy por hoy eso no es una decisión tomada.
 
Los destructores tipo 45 utiliza un sistema novedoso, denominado Integrated Electric Propulsion (IEP) o propulsión eléctrica integrada. Dos turbinas de gas (GTS) WR-21 y dos generadores diésel Wartsila 2MW suministran electricidad a los motores que impulsan la nave, así como a otros sistemas de los buques: armas; sensores; iluminación; refrigeración y otros. La pregunta es por qué fallan y la respuesta es fácil: se hicieron mal los cálculos. No es que los británicos sean novatos en la materia, simplemente el monto de dinero invertido en los ensayos hechos durante el desarrollo fue insuficiente como para descartar toda posibilidad de falla. 
 
No faltan quienes afirman que más que de una falla grosera en el diseño debería hablarse de un cúmulo de fallas menores que se suman y potencian mutuamente. Y eso no es un dato menor. Ante los elevados costos y lo prolongado de los trabajos que se deberían hacer para dotar a las naves de generadores adicionales, podría decidirse tratar de resolver todas esas fallas menores y mantener a los destructores en servicio tal como están. Esa posibilidad se ve potenciada por otro problema: el espacio para agregar esos generadores es bastante acotado, generarían más calor (con el consiguiente riesgo de incrementar la firma térmica de una nave no tan furtiva como pretende ser), sumaría peso, etc. Obviamente la eventual decisión de no agregar nuevos generadores podría significar el riesgo de que ante la menor falla de uno de los componentes todo el sistema colapsara. 
 
La decisión final no está tomada, pero los efectos de las fallas de los tipo 45 ya se notan. El aniversario de la recuperación argentina del Archipiélago Malvinense encontró al mismo sin la presencia de un buque de guerra británico. Seguramente también habrá habido involucradas evaluaciones de riesgo y consideraciones políticas, pero lo cierto es que la Royal Navy se encuentra escasísima de buques de guerra en condiciones operativas. Hay otra cuestión adicional: debido a las fallas de propulsión a los tipo 45 por ahora no se los dotará de lanzadores de misiles crucero y/o balísticos. La Roya Navy quedó debilitada por malas decisiones de su clase política y posiblemente también por el peso que tiene sobre ella la industria bélica británica. 
El tiempo dirá cuáles serán las consecuencias.
 
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