ADJUDICAN CONTRATO PARA LA ADQUISICIÓN DE SONOBOYAS PARA LA ROYAL NAVY
La empresa de industria de defensa, aeroespacial, seguridad, transporte y energía Ultra Electronics se adjudicó un contrato por 27,6 millones dólares (18 millones de libras) para el suministro de sonoboyas para helicópteros Merlin Mk2 de patrulla marítima de la Marina Real británica (Royal Navy). El contrato es por dos años con una opción adicional de otros dos años. El acuerdo incluye la fabricación y el apoyo logístico de sonoboyas. Las mismas son capaces de detectar y rastrear blancos sumergidos y comprenden varias versiones, aunque no trascendió cuál o cuáles adquirirá la Royal Navy.
La noticia se conoce semanas después de que los británicos debieron volver a recurrir a aviones estadounidenses para dar caza a un submarino ruso que presuntamente se encontraba frente a las costas de Escocia. Recordamos que a fines de noviembre y principios de diciembre aeronaves de patrullado marítimo de los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá y Francia debieron ser desplegadas en auxilio de las fuerzas británicas en un hecho similar.
Si bien es difícil relacionar la adjudicación del contrato para la adquisición de sonoboyas con los dos episodios mencionados, no podemos dejar de destacar lo mal equipados que está los británicos en materia de sensores para la lucha antisubmarina. Si bien siempre se resalta lo moderno de los sonares que equipan a buques de superficie y submarinos de la Royal Navy, la verdad es que la complejidad de la lucha antisubmarina no se resuelve con con tanta facilidad como a veces pretenden hacerlo creer los ingleses.
La noticia llega en un momento de mucha tensión en Europa por una especie de resurgimiento de la guerra fría entre Rusia y la OTAN (o lo que queda de ella). También cabe señalar la recuperación de la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina. Teniendo en cuenta estos hechos, podemos decir que algunas sonoboyas no resolverán los problemas británicos. La falta de aviones de patrullado marítimo no se resuelve con helicópteros y sonoboyas. Si tenemos en cuenta que la Royal Navy debe cubrir las aguas que se extienden desde el Ártico hasta el extremo Meridional del Atlántico sur, eso se hace mucho más evidente. La Marina Real británica ya no es lo que era y por mucho que algunos nostálgicos quiera hacerla parecer poderosa, ese es un adjetivo que a duras penas le cabe.