ARGENTINA ESTÁ DESPERDICIANDO LA OPORTUNIDAD DE APROVECHAR LA DEBILIDAD BRITÁNICA

22.11.2018 11:18
 
La situación geopolítica británica se tornó compleja. En un momento en que su flota quedó reducida a su mínima expresión (quienes nos leen con cierta regularidad saben que uno o dos portaaviones casi sin aviones no cambian eso) sus intereses tienen literalmente pretensión global. Los mismos se extienden desde las nuevas rutas del Ártico hasta Malvinas y la Antártida, desde el Caribe, pasando por Gibraltar y el Mediterráneo hasta el Golfo Pérsico y mucho más allá, hasta la región de Asia-Pacífico. Seis destructores con serios problemas de tripulación y propulsión y trece fragatas Type 23 no cambian eso. Gran Bretaña ya no rige los mares pero sus políticos parecen no ser conscientes de ello o al menos se resisten mucho a aceptarlo. En plena negocicación por un Brexit que hasta hoy está resultando un tanto complicado, con una España que empieza a negarse a que Bruselas decida sobre el futuro de Gibraltar, con la posibilidad de la formación de un ejército europeo del que no quieren formar parte, los británicos siguen amenazando y profiriendo bravatas.
 
Terminada la Guerra Fría, lo británicos se habían comprometido mantener la integridad territorial de Ucrania a cambio de que ésta renunciara a tener armas nucleares que por entonces pululaban en el arsenal de la ex Unión Soviética. Con su falta de reacción ante la toma de Crimea y de alguno territorios en la frontera ruso-ucraniana los británicos incumplieron su compromiso. Cuando las tropas rusas marcharon los británicos simplemente se quedaron mirando. Ahora el panorama mundial empezó a cambiar. Rusia está recuperando capacidades militares, China está construyendo un verdadero poderío militar, el mundo se está volviendo - al menos en cierta medida - multipolar.
 
Los británicos decidieron romper con la Unión Europea y aferrarse al único aliado fuerte que les queda: los Estados Unidos de Norteamérica. Con Donald Trump esa alianza seguramente será sólida y es un hecho que casi celebramos. Pero si a Trump lo sucediera un presidente de corte "progresista", por no decir anárquico, la situación del Reino Unido podría volverse precaria.
 
Así y todo Londres sigue profiriendo bravatas. El Reino Unido incrementará su asistencia militar a Ucrania, desplegando tropas adicionales y un buque de la Royal Navy para defender (¿ahora?) a los ucranianos, su territorio, su forma de vida. El buque a enviar será el HMS Echo, un buque hidrográfico de la Marina Real con una tripulación de 72 marinos. Lo sabemos, el apoyo británico resulta hilarante. Lo triste es que Argentina en lugar de aprovechar la actual coyuntura británica para redoblar su presión diplomática y reconstruir sus Fuerzas Armadas con el fin de cumplir el mandato constitucional de recuperar Malvinas, se dedica a coquetear con Londres.