BREXIT: UNA GUERRA CIVIL SIN DERRAMAMIENTO DE SANGRE

29.01.2019 13:26
 
Es difícil escribir sobre el Brexit sin correr el riesgo de ser contradicho por los hechos en pocas horas. De todos modos haremos un análisis general de la situación actual del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Es precisamente el tema de Irlanda el que representa el mayor obstáculo para llegar a un acuerdo. En el acuerdo al que habían arribado Theresa May y la Unión Europea y que fue rechazado contundentemente por más de dos tercios de los parlamentarios británicos hay un mecanismo que asegura que la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte permanecerá abierta tras la salida del Reino Unido de la UE. Dicho mecanismo, denominado "backstop" entraría en vigor si no se pudiera hallar una solución mejor en el período 2019-2020, que es cuando se negociará la futura relación entre británicos y el resto de Europa. 
 
El backstop es el principal generador de conflictos internos en Londres pero la UE no está dispuesta a hacer (más) concesiones. Para el colmo, cualquier modificación en la situación de la frontera entre las dos Irlandas podría poner en peligro la paz irlandesa, lograda en 1998 con el Acuerdo de Viernes Santo. Por otra parte, si Londres no logra una renegociación, Irlanda del Norte quedaría sujeta a la normativa del mercado único europeo, o sea, la UE quedaría con un pie en todo el Reino Unido. Theresa May ya aseguró que no habrá un regreso a la frontera dura, lo cual no la ayudará a convencer a los euroescépticos para que la respalden.
 
Si los políticos británicos no encuentran una solución pronto, el Reino Unido corre el riesgo de un Brexit sin acuerdo. Ya hay fuga de capitales de empresas y amenazas de otras empresas de irse de la nación insular. Lo más lógico de esperarse sería una posposición del Brexit, pero la lógica y la racionalidad escasean por estos día en Londres. La Primer Ministro británica aseguró que el 29 de marzo sigue siendo la fecha límite y envió al Parlamento británico una "moción neutral", que los parlamentarios procurarán enmendar y consensuar. De ese modo May pretende convencer a Bruselas de que vuelva a sentarse a la mesa de negociaciones. En Bruselas están bastante hartos de las idas y vueltas del otro lado del Canal. Entre tanto Gran Bretaña sigue sumida en el caos, en una especie de guerra civil donde no corre sangre pero donde sí hay bajas. El ciudadano común está pagando el precio de tantos desatinos y lo peor recién podría estar llegando.