CATÁSTROFE EN KABUL
25.08.2021 07:57
No es un tema prioritario para los medios latinoamericanos pero estos días pasarán a la historia como los más siniestros de los últimos tiempos. Joe Biden, el presidente imbécil, acaba de claudicar ante los talibanes. Admitió que ellos no quisieron brindar su cooperación más allá del 31 de agosto. Leyó bien, la administración Biden depende de la cooperación de una bandita de fundamentalistas que golpean a las mujeres hasta sacarles los dientes o hasta matarlas. Los talibanes de los que dependen los "planes" de Joe, estos días mataron a golpes a un niño de dos años. Son ellos, el ISIS y Al-Qaeda los que deciden quienes entran al aeropuerto civil de Kabul y quienes no. El director de la CIA estuvo negociando con ellos pero al parecer lo único que logró es que se deje pasar a algunos civiles estadounidenses más. Serán los que logren entrar pronto. El 31 de agosto las fuerzas armadas de los EEUU de Norteamérica - las más poderosas del planeta - deben estar fuera de Kabul. La operación de retirada demanda una semana, de modo que los ciudadanos estadounidenses, británicos y europeos que no logren llegar al aeropuerto hoy o mañana dependerán de un milagro para escapar de los Talibanes.
Joe Biden es un hombre arrogante, despiadado e imbécil. El último término corre por cuenta del ex Primer Ministro británico Tony Blair y lo usó en el sitio web de su instituto para referirse a la política del mandatario estadounidense. Los políticos británicos hacen fila para insultar al viejo Joe. La senilidad le está haciendo perder a Biden sus capacidades cognitivas pero eso no es excusa, por momento sabe lo que hace. Preguntado hace días en una conferencia de prensa sobre los afganos que cayeron de aviones de transporte estadounidenses contestó que eso había pasado hacía cuatro o cinco días. ¿Cómo pude ser tan cínico? Y sólo habían pasado dos días, por si eso importara.
Lo decíamos ayer, el mundo no será el mismo de ahora en más. Extremistas musulmanes de todo el globo se sentirán envalentonados, no por una victoria sobre los EEUU, los alienta la estupidez política del país más poderoso del planeta. Lo es, o lo fue hasta hace unos días. El poderío estadounidense no estaba sólo en su economía y en sus armas sino principalmente en su determinación de luchar por un mundo libre. Con aciertos y errores, eso es lo que estaba haciendo hasta ahora. Biden acaba de romper con todo eso, escupió sobre la bandera estadounidense e hizo flamear una bandera blanca, rindiéndose ante un grupito de terroristas recién salidos de las cavernas. Que la historia lo juzgue con la debida dureza.
Si este artículo le resultó interesante, por favor, compártalo. Nos estará ayudando mucho. ¡Gracias!
Artículo relacionado: