CRECEN LAS TENSIONES ENTRE RUSIA Y EL REINO UNIDO

30.01.2017 17:42
Cuando la semana pasada el portaaviones Admiral Kuznetsov volvió a pasar por el Canal de la Mancha junto al crucero de Pyotr Velikiy y dos grandes destructores antisubmarinos de la clase Udaloy se produjo un duro intercambio de descalificaciones entre británicos y rusos. No pasaría de ser una anécdota si no fuera por otra noticia que trascendió entre ayer y hoy: el Reino Unido enviará al destructor Tipo 45 HMS Diamond al Mar Negro.
 
La decisión del gobierno de Londres encabezado por Theresa May no deja de sorprender debido a que significa una escalada inesperada del conflicto que comenzó con la toma o recuperación de parte de Ucrania por parte de los rusos. En este caso la historia juega más a favor de Rusia que de Ucrania, pero no ese ese el objetivo de nuestro análisis.
 
Terminada la Guerra Fría, lo británicos se habían comprometido mantener la integridad territorial de Ucrania a cambio de que ésta renunciara a tener armas nucleares que por entonces pululaban en el arsenal de la ex Unión Soviética. Con su falta de reacción ante la toma de Crimea y de alguno territorios en la frontera ruso-ucraniana los británicos incumplieron su compromiso. Ahora que Rusia sigue mostrándose agresiva, la OTAN comienza a reaccionar.
 
Con la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica la tensión entre ese país y Rusia comenzó a descomprimirse. El Reino Unido obra por cuenta propia, igualmente Alemania. ¿Por qué reaccionan así los británicos? Las causas probables son varias: tratar de tapar el pobre estado de las fuerzas armadas británicas es una de ellas; intentar mantener el protagonismo incluso tras el voto a favor del Brexit es otra. Hay más.
 
De todos modos surge una pregunta inevitable: ¿qué sucedería si los rusos reaccionan acrecentando su grado de hostilidad? Con EEUU mirando desde una prudente distancia, con una Europa mal armada y con los británicos haciendo un pésimo manejo de su dinero destinado a la defensa, el panorama es incierto. Estado Unidos tiene un adversario más importante que la propia Rusia y ese oponente es China. La determinación del gigante asiático de expandir su presencia por todo el Mar del Sur de China e incluso más allá del mismo ya se tradujo en amenazas concretas a los EEUU. Ante un recalentamiento del conflicto en Europa ésta podría quedar sola. 
 
A los británicos les queda esperar que el HMS Diamond no tenga problemas en aguas frías. Después de todo sus problemas de propulsión son más serios que la pérdida de poder cuando sus sistemas funcionan a pleno en aguas cálidas. Cuando a comienzos del 2012 el HMS Daring tuvo problemas en el Golfo Pérsico se habló de que la falla había sido causada ​​por un eje de transmisión de la hélice que habría estado doblado y por ende habría terminado desalineándose. Una falla en el Mar Negro podría convertirse en una horrible pesadilla para la Royal Navy en particular y para el Reino Unido en general. Las consecuencias podrían sentirse en toda Europa.