DESESPERADO RECLAMO DEL COMANDANTE DE LA ARDENT: “NECESITAMOS AL MENOS DOS TIPO 45 MÁS”
La decisión se esperaba para antes de Semana Santa. David Cameron y su gabinete debían decidir si revertir lo dispuesto en la Revisión Estratégica de la Defensa y la Seguridad del 2010 de rediseñar los portaaviones clase Queen Elizabeth a la versión CATOBAR (Catapult Assisted Take-Off But Arrested Recovery, es decir, despegue asistido por catapulta y recuperación mediante detención por cable de frenado) o si los mismos deberían ser construidos para operar la variante STOVL (de despegue corto y aterrizaje vertical) del F-35.
Las idas y vueltas no son gratuitas. En el rediseño de los portaaviones a la versión CATOBAR ya se habrían gastado unos 250 millones de libras desde el año 2010, cuando el Primer Ministro británico, David Cameron, ridiculizó la elección por parte de los laboristas de la aeronave STOVL, calificándola de ser la "versión más cara y menos capaz de los Joint Strike Fighter".
Hace exactamente un mes publicábamos la noticia de que el gobierno británico había gastado 40 millones de libras en uno de los informes que se habían encargado para evaluar los costos adicionales que significaría modificar uno de los dos portaaviones británicos en construcción.
Al parecer fue más dinero de los contribuyentes británicos tirado a la basura. La Secretaria Permanente del Ministerio de Defensa británico acaba de decir a los miembros del Parlamento británico que por ahora los ministros declinaron tomar una decisión.
"Los ministros no han tomado una decisión. El Secretario de Estado de Defensa (Philip Hammond) quiso tomarse el tiempo necesario para estar seguro acerca de estos temas ", dijo.
"Él nos ha estado haciendo muchísimas preguntas detalladas. Necesita tener algunas discusiones con sus colegas ministeriales, entre ellos con el Consejo de Seguridad Nacional. "
Durante las preguntas de los diputados, la Sra. Brennan en repetidas ocasiones se negó a decir cuánto se había gastado hasta ahora en el trabajo de conversión para adaptarse a las catapultas y a los cables.
Ahora se supo que Gran Bretaña entró en recesión económica. Los ajustes no dieron los resultados esperados, pero no habría cambios en la política económica. Lo más probable es que haya nuevos recortes en el gasto público. De nada les sirvió a los ingleses alejarse de la Unión Europea. Nada asegura que la Royal Navy no se verá afectada por nuevas restricciones presupuestarias.
Algunos no aceptan una Marina Real reducida. Lord West, quien fue jefe de la marina británica del 2002 al 2006, dijo que estaba "preocupado" acerca de si la marina de guerra sería capaz de cumplir con sus deberes con una flota de superficie tan pequeña.
“No creo que se haya hecho ningún tipo de cálculo sensato sobre el tamaño de la flota”, dijo, agregando: "Me parece sorprendente que no haya reemplazos para el caso de la pérdida de buques en combate”
"En las Falklands (por Malvinas), por ejemplo, sabíamos que se podía hacer para reemplazar los buques que se podían perder. Ahora no tenemos reemplazos.” Y continuó: "Creo que estamos ante la necesidad desesperada de más de 19 buques. Simplemente no es suficiente y el gobierno necesita encontrar la forma de incrementar ese número de forma urgente. Necesitamos por lo menos dos (destructores) tipo 45 más.”
Sabe de lo que habla, el Almirante West fue el comandante de la fragata HMS Ardent, cuando ésta fue hundida durante la Guerra de Malvinas. Pero sus palabras cayeron en saco roto.
El encargado de responderle fue Lord Astor of Hever, portavoz de defensa del gobierno en la Cámara de los Lores: "La Royal Navy ha perdido sólo cuatro fragatas y destructores por acciones del enemigo en los últimos 50 años, todos las pérdidas ocurrieron durante la Guerra de Malvinas y se han tomado medidas para aprender las lecciones de estas pérdidas.”
"El diseño de los buques, su capacidad, el entrenamiento y la doctrina juegan un papel importante en la maximización de la eficacia operacional y ayudan a asegurar la supervivencia del buque."
Miente descaradamente. La debilidad estructural de los tipo 45 es conocida. También lo es su inmadurez. Respecto al entrenamiento remitimos al lector a nuestro artículo reciente sobre la encalladura del HMS Astute.
Es una desvergüenza hablar de doctrina cuando no hay una decisión tomada sobre qué tipo de portaaviones se va a construir.
Gran Bretaña ya no es lo que era y la Royal Navy es un reflejo de la decadencia inglesa. El imperio británico se redujo a un par de colonias, a un hecho extemporáneo. Si Argentina tuviera FFAA fuertes (no terriblemente poderosas, coherentemente fuertes) los británicos ya deberían estar negociando. No es necesario dilapidar dinero que no hay para modernizar a las FFAA argentinas. Las inversiones necesarias son moderadas, no tienen por qué afectar las inversiones que se deben hacer en salud y educación. Argentinos: ¿qué esperamos?