EL DETERIORO DE LA OTAN ES GRAVE

08.02.2023 06:38
 
Cuando Rusia avanza inexorablemente en todo el frente oriental y los ucranianos están reclutando adolescentes; mientras Occidente promete el envío de armas que recién fueron encargadas a sus fabricantes y que llegarán a Ucrania cuando probablemente el país ya no exista, es prudente hacer notar que el colapso no es sólo ucraniano sino de toda la OTAN, en especial de sus miembros europeos.
 
"Terminada la Guerra Fría casi todos los países de la OTAN cometieron un serio error de criterio: creer que Rusia estaba vencida. Ante esa percepción errónea tomaron decisiones estratégicas que ahora están teniendo consecuencias graves. Rusia recuperó parte de su poder económico, conservó su espíritu imperialista y se rearmó con mucho mejor tino que sus antiguos enemigos. Mientras los estadounidenses se volcaron a una - demasiado a menudo alocada - guerra contra el terrorismo y siguieron construyendo gigantescos portaaviones, los rusos reconstruyeron su flota de submarinos, diseñaron nuevos buques de superficie y desarrollaron torpedos supercavitantes y sofisticados sistemas de misiles, algunos de ellos hipersónicos: los S-400 y S-500; el Zirkon; el Avangard y el Kalibr ponen en jaque a los estrategas militares occidentales. Mientras los norteamericanos se dedicaban a ejecutar terroristas (e inocentes) con sus drones y Fuerzas Especiales, los rusos se rearmaban y tomaban (o recuperaban, según se quiera ver) Crimea y ocupaban territorios en Ucrania." Con este párrafo comenzábamos, en mayo del 2020, una serie de artículos sobre el debilitamiento de la OTAN o Alianza Atlántica. El tiempo nos está dando la razón en buena parte de lo que describíamos por entonces. Hay otro problema: la OTAN siempre se autodefinió como una organización defensiva y ahora empujó a los ucranianos a una guerra por proximidad con los rusos. Los resultados de ese desatino se están volviendo día a día más notorios.
 
La Alianza Atlántica tiene diversos problemas, uno de los principales es su industria bélica. La misma deja buenas ganancias pero muy a menudo ofrece productos caros; inadecuados y - no pocas veces - defectuosos. Gran Bretaña, por ejemplo, supo tener una flota poderosa pero dejó que la misma decayera en número y calidad de sus unidades. Los britanicos construyeron dos grandes portaaviones para los cuales no tienen buques de escolta ni aeronaves suficientes. Los destructores antiaéreos Tipo 45 son apenas seis y tiene graves problemas de propulsión. Las fragatas Tipo 23 son escasas y algunas están siendo canibalizadas. Los propios portaaviones podrían convertirse en un dolor de cabeza. El HMS Prince of Wales se averió en la costa de la isla de Wight en agosto del año pasado. La hélice de estribor falló y el acoplamiento que la mantenía en su lugar se rompió. Dos meses después el buque fue llevado a Escocia para ser reparado. Ahora se confirmó que también se han descubierto problemas en el eje de babor. Los británicos gastan sumas estrafalarias en sus SSBN, un arma poco útil y extremadamente complicada. Recientemente el Ministerio de Defensa británico ordenó una investigación urgente a raíz de un insólito descubrimiento en una cámara del reactor del HMS Vanguard, submarino portador de misiles nucleares Trident. Si bien no quedan totalmente claras las circunstancias del hallazgo, se sabe que un perno que se rompió por haber sido ajustado en exceso, fue reparado con pegamento. El perno en cuestión sujetaba aislamiento térmico de extrema importancia y no fue el único en ser arreglado con adhesivo.
 
Los Estados Unidos y algunos de sus socios están desarrollando el proyecto militar más caro de la historia: el cazabombardero (más o menos furtivo) F-35. Sus variantes F-35B y F-35C tendrían serios problemas en vuelos supersónicos prolongados y el desempeño de todas las variantes se encuentra seriamente cuestionado. Este sistema de armas tiene graves problemas logísticos que afectan seriamente la disponibilidad de aparatos. Recientemente Israel dejó en tierra 11 de estos aviones de combate a raíz del accidente de un F-35B en Texas que sucedió el 15 de diciembre del año pasado. Previamente los estadounidenses tomaron medidas similares. Habrá quienes opinen diferente pero a nuestro criterio estas aeronaves no valen - ni remotamente - lo que cuestan. De hecho los rusos lograron mucho más con mucho menos. Pero los F-35 no son las únicas aeronaves que pasaron algún tiempo sin volar. A mediados de diciembre del 2022, la Fuerza Aérea de los EEUU ha dejado en tierra toda su flota de bombarderos furtivos B-2 Spirit después de que uno de estos aviones se incendiara tras un aterrizaje de emergencia a principios de ese mes. Ahora diversos aparatos V-22 Osprey también permanecen sin volar por un inconveniente técnico que afecta a una cantidad de los mismos que no fue divulgada. Concluyamos el párrafo diciendo que el año pasado los países miembros de la Alianza Atlántica habrían gastado en defensa cerca de 900.000 millones de dólares mientras que los rusos sólo habrían gastado 66.000 millones de dólares. Sí hacen mucho más con mucho menos. (Continuará)
 
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