EL F-35B ES INCAPAZ DE ATERRIZAR VERTICALMENTE EN UN PORTAAVIONES EN CONDICIONES ATMOSFÉRICAS DE CALOR, ALTA HUMEDAD Y BAJA PRESIÓN, AFIRMAN LOS BRITÁNICOS
La Oficina Nacional de Auditoria británica (National Audit Office o NAO) emitió un informe que pone en evidencia una serie de dificultades en torno al programa de los portaaviones clase Queen Elizabeth y de los aviones F-35B, que formarán parte de su dotación de aeronaves.
Según la NAO la gestión del actual ministro de defensa Philip Hammond hizo bien en optar por la variante de despegue corto y aterrizaje vertical del F-35, ya que de ese modo se habría ahorrado una buena suma de dinero, que de otro modo se habría destinado a la transformación de los portaaviones británicos para su adaptación a la operación con aeronaves de despegue y aterrizaje convencionales.
Pero la NAO parece entender más de economía que de defensa, ya que señala una serie de deficiencias y dificultades en el programa de portaaviones clase Queen Elizabeth, que ponen en duda la verdadera utilidad de estos portaaviones. Por lo pronto, la propia NAO pone en duda que los portaaviones puedan estar en condiciones plenamente operativas en el año 2020.
El organismo de control del gasto, dice que los radares de alerta temprana "Crowsnest", que son necesarios para la seguridad de los portaaviones, no estarán plenamente operativos antes del 2022, tal como ya había adelantado GEOESTRATEGIA hace más de un año.
Pero eso no necesariamente es lo peor. La NAO afirma que "el STOVL [por el F-35B] es incapaz de aterrizar verticalmente en un portaaviones en condiciones atmosféricas de calor, alta humedad y baja presión sin tener deshacerse de las cargas pesadas.” Este riesgo fue señalado a los responsables de tomar decisiones, aunque se afirma que se está trabajando en la solución de ese problema y que para el 2020 el mismo estaría resuelto.
La NAO advierte que el programa de portaaviones sigue siendo vulnerable a los retrasos y sobrecostos debido a que las fases de mayor riesgo de la construcción y la integración todavía están por venir. En cuanto a los F-35B, el informe también señala que las versiones de producción temprana de los aviones son propensas a tener menos capacidad de lo previsto.
Queremos agregar algo más. La variante F-35B tiene menor autonomía y capacidad de carga de armas que la de despegue y aterrizaje convencionales. A eso se suma que hoy en día ya existen misiles antinavío de largo alcance que hacen que esa característica se constituya en una debilidad aún más notoria. Para cuando los portaaviones británicos están en servicio, los F-35B podrían no tener la autonomía y capacidad de cargar armas suficientes para dar cuenta de ellos. Podría ser otro motivo más para que Gran Bretaña se lance a la búsqueda de los tan cuestionados UCAVs (por unmanned combat air vehicle o vehículo aéreo de combate no tripulado).
Artículos relacionados: