EL SERVICIO SECRETO ESTADOUNIDENSE, LA CUSTODIA PRESIDENCIAL, FUE GRAVEMENTE COMPROMETIDO POR FALSOS AGENTES FEDERALES

11.04.2022 11:05
 
Agentes del Servicio Secreto asignados a la seguridad del presidente Biden, la Primera Dama Jill Biden y la vicepresidente Kamala Harris están involucrados en un gravísimo y extraño caso de infiltración. Al menos cuatro miembros del Servicio Secreto, la agencia federal de los Estados Unidos que cumple con la función de proteger la integridad del Presidente norteamericano, se vieron comprometidos por un probable caso de soborno por parte de dos hombres que se hicieron pasar por agentes federales del Departamento de Seguridad Nacional.
 
Los dos falsos agentes serían Arian Taherzadeh y Haider Ali. Ali decía tener vínculos con la poderosa agencia de espionaje Inter-Services Intelligence de Pakistán. El hombre tenía en su poder pasaportes que indican viajes recientes a Irán y Pakistán. Taherzadeh y Ali intentaron congraciarse con los agentes del Servicio Secreto obsequiándoles departamentos libres de alquiler, teléfonos celulares, sistemas de vigilancia, televisores de pantalla plana y al menos un dron. Ahora los cuatro agentes fueron obligados a tomarse una licencia sin goce de sueldo. El caso es investigado por un nutrido grupo de agentes del FBI y la brecha de seguridad deberá ser resuelta por el Servicio Secreto, el mismo que no supo prevenir estos gravísimos hechos. 
 
Intento de asesinato de Ronald Reagan
 
Se desconoce que hay detrás de la infiltración: si fue una operación de espionaje o si eventualmente conduciría al asesinato de algún funcionario de la Casa Blanca. Los dos falsos agentes del Departamento de Seguridad Nacional fueron detenidos, pero no sabemos si aún permanecen en esa condición. Muchas son las preguntas que surgen del caso, entre ellas quién está detrás de Taherzadeh y Ali ya que es claro que la operación debió contar con el financiamiento de alguna persona o entidad al menos relativamente poderosa. En poder de los dos falsos agentes se encontraron armas, municiones, elementos de protección balística, máscaras antigás, placas identificatorias de apariencia oficial y un dron.
 
Otra incógnita que surge es por qué agentes del Servicio Secreto habrían aceptado sobornos de personas a las que consideraban agentes de otra agencia federal y por qué, si fueron sobornados, no fueron dados de baja de forma inmediata. Este no es el primer escándalo que sacude a la custodia presidencial. Nos hace recordar uno de los últimos, el de Cartagena de Indias, en Colombia, donde al menos dos miembros del cuerpo de élite contrataron prostitutas, para peor, mientras formaban parte de la avanzada de la protección presidencial. En ese caso se ordenó el inmediato regreso de los agentes a los EEUU. Nos preguntamos que tipo de pruebas de selección tienen lugar durante el reclutamiento; aparentemente dejan muchísimo que desear.