EL VERDADERO COSTO DEL PROGRAMA F-35

18.04.2013 15:25

 

En el año 1993 la Defense Advanced Research Projects Agency (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados para la Defensa o DARPA), presentó las bases del programa Common Affordable Lightweight Fighter. El objetivo de dicho proyecto era el de desarrollar un avión de diseño de tecnología furtiva, de cara al reemplazo de todos los aviones de caza y ataque ligeros del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Este programa tenía por finalidad sustituir los F-16 Fighting Falcon de la Fuerza Aérea de los EEUU, los F/A-18 Hornet de la Marina de dicho país y los F/A-18 Hornet y los AV-8B Harrier II del Cuerpo de Marines estadounidense.

 

Ahora trascendió la información de que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos planea modernizar sus 1.018 cazas F-16 Fighting Falcon y 175 de sus 249 cazas F-15C/D Eagle. Se busca así prolongar por unos 8 ó 10 años la vida operativa de estas aeronaves. La finalidad de estos planes es lograr que los aparatos sigan en servicio hasta que los F-35A Lightning II estén plenamente operativos y sean instaladas las nuevas armas a bordo de los F-22 Raptor.

 

Más allá de la necesidad de instalar las nuevas armas al bordo de los Raptor, hay un tema que queremos abordar. Se dice que la Fuerza Aérea estadounidense pretende comprar unos 2.400 cazas F-35, por casi 382.000 millones de dólares. ¿Es ese el verdadero costo de los F-35? El programa viene retrasado por diversas cuestiones. El rediseño del F-35B debido a su exceso de peso lo retrasó en 18 meses. Podrá decirse que son cuestiones normales en la etapa de desarrollo, máxime en un programa en el que se trabaja sobre tres variantes diferentes. No nos interesa ponderar eso ahora.

 

Si la demora en la entrada en servicio de los F-35 obliga a modernizar otras aeronaves ¿no debería sumarse el costo de esas modernizaciones al costo total del Joint Strike Fighter? Con esto no queremos decir que toda la responsabilidad de ese costo adicional sea de la empresa que está desarrollando estos aparatos. Sería coherente preguntarse también, si alguien no fue demasiado optimista a la hora de planificar el futuro de las fuerzas armadas estadounidenses. Sean quienes fueren los responsables de semejante dilapidación de dinero, deberían tener en cuenta la obscenidad de las cifras.