ESTADOS UNIDOS, MALVINAS Y EL PETRÓLEO

07.08.2012 17:08

 

La empresa Noble Energy se convertiría en la primera firma  estadounidense en realizar exploración petrolera en el mar territorial de las Islas Malvinas. La petrolera compró un 35% de las licencias que Falkland Oil & Gas Ltd (FOGL) posee en el archipiélago malvinense.

 

Noble exploraría junto a FOGL unos 40.000 kilómetros cuadrados de mar en las cuencas sur y norte de las Islas y prevé una inversión entre US$ 180 y US$ 230 millones durante los próximos tres años.

Noble iniciaría las operaciones en la zona norte en el 2013 y en la sur en el 2014 y realizará un aporte financiero de US$ 25 millones a FOGL.

 

Poco después de que se conociera la información acerca de que la petrolera Noble Energy decidió realizar operaciones de exploración en el mar aledaño a las islas Malvinas, Argentina expresó su malestar a Washigton.

 

Hasta ahí los hechos.

 

Resulta curioso - y si no fuera por la seriedad del tema resultaría casi risueño - que desde algunos sectores del periodismo en particular y de la sociedad argentina en general se hable de que con estos acontecimientos se pondrá a prueba la “neutralidad” de los Estados Unidos en la cuestión Malvinas.

 

Es cierto que la administración Obama habló de un gobierno “de facto” en el archipiélago de Malvinas. Pretender interpretar eso como una posición de neutralidad norteamericana es, como mínimo, un acto de ingenuidad.

 

La industria bélica y el petróleo son, respectivamente, el corazón y la sangre que sustentan el grueso de la actividad económica estadounidense. Quien así no lo entienda deberá leer más sobre actualidad e historia. Una postura ingenua frente a eso resultaría suicida para Argentina.

 

El gobierno argentino hace bien en denunciar a las empresas que operan ilegalmente en aguas de Malvinas, pero a estas alturas de las circunstancias es obvio que eso no es suficiente. Eso no significa que no se pueda hacer nada por desalentar a las empresas que quieran robar los recursos naturales de la zona.

 

Algunas de las políticas del gobierno argentino son acertadas y hay que consolidarlas. La presión diplomática internacional se vio acrecentada debido a las gestiones de la Cancillería y eso es válido. Argentina cuenta con el apoyo abrumador de los países de Latinoamérica en general y de América del Sur en particular.

 

La actual administración deberá fomentar aún más los lazos de nuestro país con Brasil y seguir su ejemplo. Brasil se arma y adiestra para la defensa de sus incalculables recursos naturales. Argentina lo hace en mucho menor grado. Eso - en la medida de lo posible y prudente - debe ser acrecentado.

 

Hay algunas señales alentadoras pero son pocas. A días de cumplirse el centenario de la existencia de la Fuerza Aérea Argentina, diversos medios especializados y la propia FAA anuncian la participación de una interesante diversidad (¿y cantidad?) de aeronaves en el desfile conmemorativo. Pero parte del material se encuentra al límite de su vida útil o es anticuado.

 

La Armada Argentina hace mucho con medios limitados, pero su material necesita ser modernizado. Algo se está haciendo en ese sentido y no queremos abundar en detalles, pero es insuficiente. El Ejército Argentino está teniendo un año aceptablemente bueno, pero el reequipamiento y el adiestramiento deben tener continuidad en el tiempo.

 

Brasil debe convertirse en un ejemplo para Argentina. No hay ingenuidad en sus diferentes protagonistas. El país hermano sabe de sus riquezas y se prepara para defenderlas. Esperamos que Argentina aumente sus esfuerzos en ese sentido. El gasto militar no siempre es un gasto. En su justa medida y en el momento adecuado es una inversión. Ésa que el país necesita para afianzar su soberanía.