EUROPA AL BORDE DEL JAQUE MATE

03.12.2021 06:53
 
Putin es ruso y hombre de la ex KGB, podría ganar varias partidas simultáneas de ajedrez a medianoche y con los ojos vendados. De hecho, tiene a la OTAN en jaque. Mantuvo en el poder al bielorruso Lukashenko y orquestó con él una integración política, económica y militar. Ucrania quedó amenazada por el sur (Crimea), por el este y por el norte (Bielorrusia). Los estadounidenses dicen querer descomprimir la situación. Para hacerlo enviaron a Antony Blinken, quien sigue defendiendo la caótica salida de Afganistán y continúa negociando con Irán. La OTAN presiona. Bueno, al menos parte de la OTAN. Los alemanes quieren ver habilitado el oleoducto Nord Stream 2, al que Biden dio luz verde y los senadores estadounidenses quieren frenar. Lo quieren frenar los republicanos, los demócratas reservan esa jugada para el caso de una invasión a Ucrania. Sí, eso es lo que les espera a los rusos si atacan: sanciones económicas. Putin debe estar sonriendo, con cerrar la llave del gas que pasa por Ucrania puede congelar media Europa. En medio de una crisis energética los europeos esperan un invierno particularmente frío.
 
La OTAN tiene serios conflictos propios. Francia y Gran Bretaña están en pie de guerra por el AUKUS, por los inmigrantes y por la pesca. Boris Johnson tiene sus propios problemas y está viendo cómo sostenerse en el poder. Además el Reino Unido está militarmente degradado. Sus destructores no navegan y sus portaaviones... usted seguramente los sabe. El Ejército Británico se achicó y se seguirá achicando. Ya mencionamos los intereses alemanes. Polonia y Hungría son demasiado conservadoras para el gusto de los liberales y ultraliberales europeos. Polonia se esfuerza por no ceder ante un aluvión de ilegales en su frontera. Los EEUU merecerían un capítulo aparte. Su Comandante en Jefe está senil y el Jefe del Estado Mayor Conjunto debe estar llamando a Putin diciéndole que en caso de un ataque le avisará con tiempo. Es lo que hizo con los chinos. Hablando de los chinos, esperemos que no se pongan de acuerdo con los rusos para hacer movimientos simultáneos.
 
El asunto es serio. Cuando en abril Moscú movió tropas a la frontera lo hizo a plena luz del día. Se aseguró de que los medios se hicieran de videos de los desplazamientos. Esta vez no es así, hombres y equipos se mueven de noche. El número de efectivos también es superior al de la primera mitad del año. Se estima que podría haber hasta 125.000 soldados rusos cerca de la frontera. En cualquiera de los casos las fuerzas armadas rusas superan cuatro o cinco veces a las ucranianas. A nuestro criterio el momento de intervenir era en el 2014, cuando Rusia ocupó Crimea. En 1994 los Estados Unidos de Norteamérica, el Reino Unido de Gran Bretaña y la Federación de Rusia habían firmado un acuerdo con Ucrania por el cual los tres países garantizan la unidad territorial ucraniana a cambio de la renuncia por parte de Kiev a las armas nucleares. Los ucranianos cumplieron, los rusos, estadounidenses y británicos no. Rusia al menos podría argumentar razones históricas para reclamar territorios ocupados con posterioridad. Ahora la OTAN amenaza. Lamentablemente sus advertencias perdieron credibilidad y esa falta de autoridad puede llegar a tener un precio muy alto: la guerra.   
 
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