EUROPA EN PIE DE GUERRA

19.05.2022 12:22
 
Turquía se opone al ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN, los croatas también comienzan a poner objeciones. Serbia y Croacia están inmersas en una suerte de guerra fría. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte amenaza con cambiar las reglas del juego del comercio con la Unión Europea, el problema es precisamente Irlanda del Norte. Al momento de las negociaciones por el brexit, Irlanda del Norte quedó con un estatus bastante indefinido y arbitrario, convirtiéndose casi en una frontera abierta. La verdadera frontera comercial se estableció entre Irlanda del Norte y el resto del reino. Eso puso en riesgo incluso los acuerdos de paz de 1998 o Acuerdos de Viernes Santo entre los irlandeses del norte y la República de Irlanda (sur), lo que podría generar un resurgimiento del conflicto entre "católicos" y protestantes.
 
Bombardeo ruso en las afueras de Kharkiv - Foto: mvs.gov.ua creativecommons.org/licenses/by/4.0/deed.uk
 
La canciller británica, Liz Truss, dijo a los parlamentarios que el Protocolo firmado con la Unión Europea había causado problemas que el gobierno no había previsto cuando firmó el acuerdo y en eso tiene razón. La cuestión es que el trato fue firmado no hace mucho y el tambaleante gobierno de Boris Johnson ya quiere modificarlo. Tal vez lo de la señora Truss sea, al menos en parte, una mera maniobra de distracción por las fuertes acusaciones que pesan contra su jefe pero el conflicto con la UE es real. Por su parte la Unión tiene sus propias disidencias internas. Hungría nunca cedió a los intentos de los neoliberales de Bruselas de involucrarse en su política interna. El presidente de ese país, Viktor Orbán, se ganó toda clase de calificativos descalificativos; el de "dictador" fue sólo uno de ellos. El "bulling" europeo es repugnante. Además Orbán está contra algunas sanciones impuestas a Rusia - su país necesita combustible ruso. Toda Europa lo precisa y los sigue comprando. Es una hipocresía de los europeos que por un lado atacan a Putin y por el otro financian su ofensiva en Ucrania con sus compras. De hecho, según algún informe, a mediados de abril de este año, la India compraba a Putin una cantidad mensual de petróleo inferior a la que Europa compraba en un sólo día. 
 
No todo queda a nivel de los gobiernos. Los ciudadanos europeos ya están cansados de las decisiones de sus mandatarios y empezaron mostrarse hostiles al ingreso de nuevos inmigrantes ucranianos. Dicen que sus gobernantes se ocupan más de ellos que de su propia gente, que padece una creciente inflación y la escasez de algunos suministros básicos. El riesgo es claro, Bruselas quedó en evidencia y no debería sorprender el surgimiento de movimientos nacionalistas y ultranacionalistas. Serán reales, no como los nacistoides de juguete de Zelenski.